Para María de Magdla Espin, con un corazón revolucionario y una sensibilidad evangélica
Asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la eucaristía, Óscar Romero es considerado por muchos un mártir, un santo y un profeta, pero algunos han intentado restar importancia a su legado, asegurando que sólo se trataba de “un hombre de Dios”, fiel al Roma y al Evangelio. Sin embargo, Óscar Romero trasciende la simple adhesión al dogma cristiano, pues su trabajo pastoral es un ejemplo de compromiso con los pobres y con la transformación de la sociedad, de acuerdo con una visión humanista, solidaria e incluso revolucionaria.··· Ver noticia ···
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