Si viviésemos tiempos esplendorosos y no absolutamente decadentes; si viviésemos tiempos que conocieran el valor absoluto de cada persona frente al valor insignificante de una corporación; si todo el mundo se hubiera convencido ya de una vez de que el dinero no se come; si viviésemos tiempos que valorasen la única nobleza que existe, la del espíritu… ese sujeto revestido de solemnidad que ahora vive el oprobio de que toda la ciudadanía sabe que era y es un ladrón, ya se habría tomado la cicuta, se habría hecho el harakiri o se hubiese colgado del palo que sujeta la bandera de Colón que le pilla cerca de la sede de su partido…
Pero vivimos tiempos en los que en la vida pública y aun la privada no se reconoce al prudente entre los canallas. Las propias palabras prudencia, moderación, contención, sacrificio son ya desconocidas. Por eso conviven, se mezclan y mixtifican la rectitud de conciencia de pocos con la laxitud, la indiferencia y la insensibilidad de la mayoría. Algo que explica que los partidos que vienen desvalijando a este país durante décadas sigan siendo votados como si aquí no pasase nada por grandes mayorías.
Ya digo, si este perro sarnoso hubiese tenido conciencia que, como tantos otros está visto que no tiene, ya se hubiera quitado de en medio. Pero como, al menos en vida pública, hoy día el honor, el pundonor, la honradez, la honestidad y la bonhomía no son siquiera valores caducos sino rasgos que casi han de ocultarse y de los que avergonzarse, este tipo saldrá airoso y tras la tormenta se marchará a otro país hasta que amaine, y alli disfrutará del fruto de sus desvalijamientos, de sus rapiñas, de sus estafas y de sus fraudes como si fuera el más digno ciudadano del mundo cerca o rodeado de otros puñados de miserables como él. Y es que no le demos más vueltas: el pueblo no sólo no gobierna en este simulacro de democracia, el pueblo vive para pagar un día tras otro con sus sufrimientos, sus carencias y su pobreza la poltrona y la vida regalada de miles y miles de rufianes…
Jaime Richart
Antropólogo y jurista
18 Abril 2015
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