Desde la perspectiva de los derechos humanos, el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP) desprecia, en su filosofía y en sus propuestas de regulación, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Su modelo confronta y destruye las normas internacionales de protección de los derechos humanos.
Los defensores del TTIP suelen afirmar que el acuerdo entre los dos mayores bloques económicos del mundo ofrecerá la posibilidad de crear estándares, normas y reglas que se adoptarán a nivel global, lo que beneficiará a terceros países. Pero los negociadores del tratado deberían respetar el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y no crear estándares elaborados a medida del capital transnacional··· Ver noticia ···
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