Cuarto Poder
Miguel Muñoz *
Las palabras del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, sobre la ley de Seguridad Ciudadana y su intención de que llegue al Congreso este mismo mes de julio han hecho reaccionar a los movimientos sociales. La Plataforma No Somos Delito, que aglutina a diferentes colectivos que rechazan tanto la polémica ley como la reforma del Código Penal y la Ley de Seguridad Privada, convocó ayer en el Patio Maravillas de Madrid una asamblea urgente para decidir estrategias comunes ante esta situación. Alrededor de 50 personas, pertenecientes, por ejemplo, a asambleas del 15-M, colectivos antirepresivos como Madres Contra la Represión, entre otros o a la Coordinadora 25-S participaron en el encuentro.
“Consideramos que hay que preparar a la gente, informarla y trasladarlo a todos los colectivos”, señala a cuartopoder.es, al terminar la asamblea, Isabel, integrante de No Somos Delito. Para Isabel es importante “estar alerta” y desde el colectivo intuyen que la aprobación por el Gobierno puede ser a finales de mes o incluso la primera semana de agosto “para que la gente no se entere mucho”. “Tiene la intencionalidad de que en Madrid salga poca gente a la calle, está pensado para eso. Si se aprueba en septiembre u octubre estaría mucha más gente, eran las fechas previstas”, destaca a este medio Mónica, integrante de la asamblea 15-M de Malasaña.
La hoja de ruta que se marcan los movimientos sociales comenzó ayer con una lluvia de ideas para proponer acciones conjuntas y unitarias. “Hay que coordinarse bien e ir a los mismos lugares con objetivos comunes”, destaca Isabel. Ya hay una acción concreta, “de reacción” y con consenso unánime, que la plataforma había difundido la semana pasada en redes sociales y basada en protestar el mismo día que se apruebe el anteproyecto a las 19:00 en la sede del PP de la calle Génova. De todo el resto de iniciativas, los activistas trabajarán durante los próximos días en elaborarlas para que la semana posterior a la aprobación ya se encuentren preparadas. “El objetivo principal es pararla, tenemos asumido que va a llegar al Consejo de Ministros este mes, siendo realistas, lo que buscamos es que cuando llegue al Congreso lo haga muerta, que no avance”, afirma uno de los participantes del encuentro, que prefiere no decir su nombre.
El reto principal que se han marcado los movimientos sociales es dar visibilidad a las consecuencias de esta reforma. “Nosotros tenemos que autoformarnos, hay mucho material bien preparado y con un lenguaje sencillo. Eso es lo primero y hay que pasarlo poco a poco para darle difusión entre otros colectivos y hacer más fuerza. Hay que dar más información a pie de calle”, destaca Mónica. La Plataforma No Somos Delito ya realizó una performance teatral en la jornada de reflexión de las elecciones europeas. Para varias de las personas participantes, ese es un camino importante a seguir. “Uno de los objetivos es salirse de los círculos habituales en los que nos movemos, romper esa barrera que nos separa, ir a las calles, acercarnos e informar de una manera creativa y lúdica”, señala una activista. Por ello, el uso del “teatro de denuncia”, afirma la activista, permite llegar a lugares más variados como el metro, lugares de trabajo, puertas de colegios, etc y puede ser una herramienta útil. Del mismo modo, también se realizarán otras manifestaciones más directas o actividades de recogidas de firmas, todas aún por definir.
El Código Penal como “ley madre”
Aunque el foco de protesta en estos momentos se sitúa únicamente en la llamada “ley mordaza”, los asistentes recuerdan que la reforma del Código Penal es clave. “Si no hay nuevo Código Penal no se puede aprobar la ley mordaza, va una en relación de la otra”, afirma Isabel. “Por lo que tenemos que luchar es contra la ley madre, hay que conseguir pararla”, señala uno de los participantes. Para él, esta reforma, cuyo proyecto del ley fue aprobado en septiembre de 2013, “nos divide en una sociedad en la que hay una parte que domina, que son los legales, y otra parte que estamos subordinados, no tenemos razón y somos criminales”. “El espíritu es que somos enemigos, delincuentes y criminales y hay que categorizar en diversos delitos para encontrar qué parte de nuestra personalidad es criminal. Es básicamente lo que dice la reforma”, añade. “Cuando se aprobó, apenas tuvo repercusión social y nos plantamos con la posibilidad de que en septiembre pueda entrar en vigor en cualquier momento. La reunión que hemos hecho es para prevenir que en cualquier momento pase todo eso”, apunta Isabel.
El anteproyecto de ley de la Ley de Seguridad Ciudadana ha sido rechazado desde el primer momento por diferentes sectores de la sociedad y también desde partidos políticos de la oposición como PSOE o IU, que la han calificado de autoritaria por varios de sus supuestos. Un extenso informe de GreenPeace presentado en febrero alerta sobre las graves restricciones en los derechos de libertad de expresión y manifestación. “La gente tiene que ser consciente que no es una ley sólo para gente que vamos a manifestaciones”, afirma Mónica. “Estas leyes buscan reducir la protesta, coartarla porque están en un punto casi contra las cuerdas por la presión social. Creo que buscan callarnos con estas formas, no lo van a poder hacer. Aunque triunfe esta ley va a ser justo lo contrario lo que consigan”, destaca un integrante en la asamblea.
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