La inspección ordenada por el papa Francisco clausura 3.000 cuentas sospechosas
Jorge Mario Bergoglio llegó hace un año y tres meses a la silla de Pedro, pero apenas se ha sentado. Su actividad frenética –de ahí un cansancio que le ha obligado a cancelar algunos actos en las últimas semanas— se divide casi por igual en reorientar a la Iglesia católica hacia la periferia de los más necesitados y en intentar limpiar, de una vez por todas, las sentinas del Vaticano ··· Ver noticia ···
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