Teresa
Forcades conoce las consecuencias de la polémica. Ha tenido varias y
sonadas. Su caracter independiente y combativo la han llevado a la arena
mediática en varias ocasiones. Todas ellas para ser vapuleada por su
implicación en asuntos muy comprometidos.
Quizá la primera experiencia de Forcades con una campaña de desprestigio tuvo lugar tras la difusión en la redes
de un video suyo en el que denuniaba los intereses de las famacéuticas y
la falta de independencia de la Organización Mundial de la Salud en
relación a la artificiosa pandemia de la Gripe A cocinada por los
lobbys.
El vídeo corrió como la polvora y el diario El País
gastaba mucha tinta para poner a caldo a Forcades. El titular lo decía
todo: “Desmontado a la monja bulo”. Y el contenido era un pim-pam-pum de
un poderoso medio de comunicación sobre una monja. Evidentemente
Forcades no se cayó.
En una conversación que mantuve con ella semanas después explicaba
así su argumentos: “Cuando el sistema económico llega a una fase que se
ha llamado neoliberal, se produce la ausencia de competencia y la
concentración absoluta de capital. Y ahora llamamos capitalismo y
mercado libre a algo que ya no
lo es. Porque cualquiera que intenta llevar adelante una iniciativa en
medio de esos intereses no se va a encontrar un mercado libre. En medio
de estos gigantes, la competencia no es posible. La balanza está
totalmente desequilibrada”.
El segundo “pecado” de esta monja ha sido enrolarse con otro
activista radical, el profesor de Economía de UAB Arcadi Oliveres, en un
proceso constituyente para Catalunya. La monja y el economista
activistas han entrado de lleno en el proceso abierto en Catalunya.
Apoyan directamente la independencia, pero van varios pasos más allá.
Proponen la construcción de “Una república catalana del 99%”. Es decir
un proceso anticapitalista.
Los mandobles le han llovido otra vez
a Forcades. En este caso no ha sido un sartenazo de El País, sino una
lluvia finas de insidias principalmente desde el seno de la Iglesia, que
todavía continúa cuando Teresa Forcades ya se ha metido en otro frente.
Esta monja se ha manifestado abierta y claramente sobre el derecho de
la mujer a decidir sobre el aborto. Sostiene Forcades: “Me parece que
una mujer que ha quedado embarazada sin desearlo, incluso a través de la
violencia, puede vivir el embarazo como positivo, pero estoy a favor de
permitir el aborto mientras el feto no es viable sin considerar otros
elementos”. No es la primera vez que Forcades entra en el debate del
aborto, ya lo viene haciendo desde tiempo atrás pero la relevancia que
este hecho tiene ante la tramitación de la retrógrada Ley Orgánica de
Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer
Embarazada que impulsa el Ministro de Justicia, Alberto Ruíz- Gallardón.
De Teresa Forcades se pueden decir muchas cosas, de hecho, se dicen, y
se seguirán diciendo porque Forcades tiene algo que sus detractores no
tienen y es una radical independencia. Algo que siempre es de agradecer.
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