“No es justo que nuestros niños no puedan hacer tres comidas al día”
“Prácticamente todas las obras sociales de Bolivia son obras de la Iglesia Católica”
Nicolás Castellanos es obispo emérito de Palencia y fundador de una ONG que ya lleva muchísimos años trabajando: Hombres Nuevos. Está en España, como cada verano, para visitar a su gente y presentar también a la Fundación, y las necesidades reales que tiene la gente en Bolivia. “No entiendo que haya 100 mil niños quechuas y aymaras, de la raza de Morales, trabajando en las minas después de 7 años de gobierno”, dice como crítica al presidente Evo.
“Prácticamente todas las obras sociales de Bolivia son obras de la Iglesia Católica”
Nicolás Castellanos es obispo emérito de Palencia y fundador de una ONG que ya lleva muchísimos años trabajando: Hombres Nuevos. Está en España, como cada verano, para visitar a su gente y presentar también a la Fundación, y las necesidades reales que tiene la gente en Bolivia. “No entiendo que haya 100 mil niños quechuas y aymaras, de la raza de Morales, trabajando en las minas después de 7 años de gobierno”, dice como crítica al presidente Evo.
“Prácticamente todas las obras sociales de Bolivia son de la Iglesia Católica”, continúa, y denuncia que “no es justo que nuestros niños no puedan hacer tres comidas al día, eso tiene que cambiar”.
Sobre la Iglesia española, opina que “necesita recuperar los parámetros que está expresando Francisco”, y concluye con un mensaje para la jerarquía de nuestro país: “No podemos olvidar que diálogo significa hablar, pero también escuchar”.
Es usted uno de los 100 españoles más influyentes, según los últimos estudios
Eso dicen, yo me he sorprendido mucho. Lo que me interesa a mí de eso es que es una manera de poner sobre la mesa la realidad de la pobreza, que sigue siendo la ignominia de la humanidad.
¿Cree que por fin, tras años postergado, la pobreza se ha convertido en el tema principal para nuestra Iglesia?
Por fin el pobre está en el centro de la mesa, al lado de Jesús.
¿Dónde están los pobres de hoy?
Bueno, están en todos los sitios. Aquí también hay pobres. Pobre es aquel que no puede vivir con la dignidad con que Dios nos creó. Entonces, indiscutiblemente hay pobres en todas partes. Y la opción por los pobres es un elemento esencial de toda experiencia cristiana.
¿Qué proyectos estáis llevando a cabo en estos momentos desde la Fundación?
Un proyecto permanente que tenemos es por escolarizar a todos los bolivianos y bolivianas en edad escolar. Bolivia, con una población de 10 millones largos de habitantes, tiene un millón de niños y niñas sin escolarizar, y 800.000 niños trabajadores. Otro dato que ha dado hace meses la ONU y que impresiona mucho, es que todos los años mueren en Bolivia 14.000 niños por muertes evitables.Ante esto, no queda más remedio que reaccionar positivamente , como seguidores de Jesús.
Hace poco estuvo usted en Palencia celebrando el Día de los Abuelos con el Padre Ángel. ¿Por qué las puntas de la vida -los niños que la comienzan, y los ancianos que la terminan- son siempre las más desgraciadas?
Ciertamente, son los más vulnerables, y yo creo que, siguiendo las huellas de Jesús, tienen que ser nuestros preferidos. Tenemos que centrar nuestra acción en eso, sin abandonar todo lo demás. Pero estas personas, a fin de cuentas, son las que menos tienen.
¿Cuántos años llevas en Bolivia?
¿Cuántos años llevas en Bolivia?
22. Con niños y con ancianos. Ahora estamos elaborando un centro de día para ancianos, donde puedan almorzar y realizar distintas actividades. Es un proyecto que queremos poner en práctica lo antes posible.
¿Las autoridades bolivianas son sensibles a esto?
En general no. Yo me fijo por ejemplo en el Plan 3000: Prácticamente todas las obras sociales son obras de la Iglesia Católica. Entonces, no.
Siendo español, ¿has tenido alguna tensión con el gobierno de Evo?
No. Lo que yo no entiendo es que haya 100 mil niños quechuas y aymaras (de su propia raza) trabajando en las minas, después de 7 años de gobierno. Si yo fuera presidente de un gobierno y viera 100 mil niños míos, de mi propia raza, esclavizados en las minas… creo que haría algo por sacarles de allí.
¿Cómo se arranca a los niños del trabajo y se les mete en la escuela, cuando en muchos casos ellos y sus familias dependen de ese trabajo?
En Bolivia es distinto. Los padres tienen un gran interés por que todos los hijos estén escolarizados. Tú das la oportunidad y la gente la aprovecha. Una sociedad sin educación no tiene sentido, y nosotros hemos visto en nuestro proyecto cómo efectivamente la gente va respondiendo a los planteamientos que les vamos haciendo.
El libro que publicaste junto a Religión Digital y Herder, “Resistencia, profecía y utopía en la Iglesia hoy”, ha resultado precisamente una profecía de lo que está pasando en la Iglesia. ¿Crees que en estos cuatro meses el Papa está haciendo énfasis en lo que planteabas en el libro: una Iglesia para los pobres, alegre, y dentro de los parámetros de la sociedad actual?
Cuando escribí ese libro no había pensado que iba a venir esto. Lo pensé según lo que yo veo que, como seguidora de Jesús, debe ser la Iglesia hoy. Y efectivamente me he alegrado mucho al ver que todo lo que yo decía ahí se ha ido confirmando como las opciones profundas que vemos que tiene el sucesor de Pedro, Francisco. Pareciera que se hubiera leído el libro, así que estoy la mar de feliz y contento.
¿Por dónde crees que van a seguir los tiros?
En esta línea. Creo que, de alguna manera, el Papa Francisco ha diseñado en la JMJ de Brasil las líneas maestras de su pontificado. Entonces, me parece que las cosas van a seguir en la línea de la transparencia. Porque la Iglesia tiene que ser una Iglesia pobre y para los pobres, cercana, dialogante, en actitud de escucha con la gente. La Iglesia debe encarnarse en el mundo de hoy para hacer legible y creíble el mensaje de Jesús a los hombres de hoy. Creo que si la Iglesia es samaritana, hay unas posibilidades tremendas. Como dijo Pablo VI, la Iglesia debe ser experta en humanidad. Y debe desarrollar ese don para la gente y con la gente.
Durante su viaje a Brasil, el Papa ha hecho hincapié en el diálogo de la Iglesia con la sociedad
Exactamente, y creo que con eso está retomando un elemento que fue clave ya por el año 1975, en la encíclica de Pablo VI en la que decía claramente que necesitamos diálogo dentro de la Iglesia, y diálogo de la Iglesia con el mundo. No hay que olvidar que “diálogo” significa hablar, pero también escuchar. Y escuchar implica intentar comprender al otro, sintonizar con su punto de vista. Eso es maravilloso.
¿Una institución como la Iglesia está preparada para eso?
Por supuesto. La Iglesia, a fin de cuentas, está llevada por hombres. Para mí el diálogo fue una experiencia sublime en mi diócesis. Cuando llegué de obispo, lo primero que hice fue escuchar ampliamente. Tenía reuniones con los sacerdotes y con los religiosos, hacía encuentros eclesiales por las zonas pastorales… Antes de tomar ninguna decisión, lo primero es escuchar. Porque así es como se toman decisiones con la gente. Un elemento que creo que hoy tenemos que desarrollar prioritariamente es la colegialidad, un elemento clave del Vaticano II, que no está desarrollado. En la cúpula, en la parroquia, con los laicos, los obispos, los religiosos…
¿Crees que la Iglesia española está dispuesta para el cambio de modelo propuesto por Francisco?
La Iglesia española necesita recuperar los parámetros que está expresando el sucesor de Pedro, Francisco. Creo que es imprescindible, porque al ver las estadísticas de España, las encuestas, vemos que la Iglesia no tiene credibilidad. La Iglesia está la última, incluso detrás de las grandes multinacionales. En cambio, si vas a Bolivia ves que la Iglesia tiene la mayor credibilidad, porque está respondiendo a los problemas reales que tiene la gente.
¿Qué mensaje le llevas a tu gente de Bolivia, desde esta “otra tierra tuya”?
En lo que siempre les insisto es en que todos somos responsables del cambio. No es justo que nuestros niños no puedan hacer tres comidas al día, eso tiene que cambiar. A los jóvenes les digo que ellos son los protagonistas, que tienen posibilidades y capacidades, pero que para ello tienen que estudiar, tienen que ser profesionales. Desde ahí vamos a cambiar Bolivia.
¿Cómo podemos ayudar a la Fundación?
Hay dos maneras: con recursos humanos, o con donaciones. Este año estamos teniendo muchos voluntarios, más de 50 españoles. Tenemos además 20 voluntarios fijos, bolivianos, que están comprometidos con el proyecto.
Las donaciones se pueden hacer a través de nuestra página web: www.hombresnuevos.org
Si tenemos un millón de niños sin escuelas, necesitamos dinero para seguir haciendo escuelas. Y hay que hacerlas, porque un país no sale de la pobreza si no tiene escuelas de cierta calidad para todos, y escuelas que eduquen en valores. La clave es elevar la autoestima de la gente. Así es como la gente da respuestas, y se va promocionando integralmente.
Las donaciones se pueden hacer a través de nuestra página web: www.hombresnuevos.org
Si tenemos un millón de niños sin escuelas, necesitamos dinero para seguir haciendo escuelas. Y hay que hacerlas, porque un país no sale de la pobreza si no tiene escuelas de cierta calidad para todos, y escuelas que eduquen en valores. La clave es elevar la autoestima de la gente. Así es como la gente da respuestas, y se va promocionando integralmente.
¿Cómo te sientes al saber que hay muchas personas que piensan en ti como un profeta?
Yo no me siento un profeta. Sólo soy una persona que intenta seguir las huellas de Jesús, haciendo el bien las 24 horas del día. Lo que necesitamos en la Iglesia de hoy es tener más confianza y más fe en el Espíritu Santo, que está actuando. Y también más creatividad en el amor.
Algunos titulares
-Prácticamente todas las obras sociales de Bolivia son obras de la Iglesia Católica
-No entiendo que haya 100 mil niños quechuas y aymaras, de la raza de Morales, trabajando en las minas después de 7 años de gobierno
-La Iglesia debe encarnarse en el mundo de hoy para hacer legible y creíble el mensaje de Jesús
-La Iglesia no debe olvidar que “diálogo” significa hablar, pero también escuchar
-La Iglesia española necesita recuperar los parámetros que está expresando Francisco
-No es justo que nuestros niños no puedan hacer tres comidas al día, eso tiene que cambiar
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