Su coche fue atacado por otro, según el testimonio del sacerdote que sobrevivió
El prelado llevaba una carpeta con información sobre la muerte de los mártires del Chamical
“La violenta muerte del obispo de la diócesis de La Rioja Enrique Angel Angelelli Carletti será juzgada finalmente a finales de octubre de este año, más precisamente el 28, tras 37 años de esperas y dilaciones”, dijo a Télam el presidente del Tribunal Oral Federal con sede en Catamarca, Juan Carlos Reynaga.
El prelado llevaba una carpeta con información sobre la muerte de los mártires del Chamical
“La violenta muerte del obispo de la diócesis de La Rioja Enrique Angel Angelelli Carletti será juzgada finalmente a finales de octubre de este año, más precisamente el 28, tras 37 años de esperas y dilaciones”, dijo a Télam el presidente del Tribunal Oral Federal con sede en Catamarca, Juan Carlos Reynaga.
Los represores Luciano Benjamín Menéndez, Luis Estrella y Juan Carlos “La Bruja” Romero llegarán como acusados al juicio oral y público por este crimen de lesa humanidad cometido durante la última dictadura, a cargo del Tribunal conformado por Reynaga, José Quiroga Uriburu y Carlos Lascano.
En noviembre de 2011, el juez federal riojano Daniel Herrera Piedrabuena había dispuesto también el procesamiento del ex dictador Jorge Rafael Videla, fallecido en mayo último, y de Albano Harguindeguy, quien murió en octubre de 2012.
Los tres imputados que llegaron vivos al juicio están acusados por el asesinato de Angelelli y el intento de asesinato del sacerdote Arturo Pinto, testigo clave del caso para desbaratar la versión oficial de la dictadura de que la muerte del obispo riojano se produjo en un accidente automovilístico.
Esa versión dictatorial, aceptada durante años por la jerarquía eclesiástica, pretendía que Angelelli y Pinto se accidentaron cerca de la localidad de Punta de los Llanos, cuando regresaban hacia la capital provincial, tras una misa celebrada en la localidad de Chamical en homenaje a los dos sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, asesinados en julio de 1976.
No obstante, Pinto declaró que el vuelco del automóvil que conducía Angelelli fue provocado por un Peugeot 404 que los persiguió, alcanzó y encerró deliberadamente.
El sacerdote relató además que, después del vuelco, tras haber permanecido inconsciente en el lugar, vio el cuerpo de Angelelli a poca distancia con signos de lesiones graves en la nuca.
La autopsia confirmó que Angelelli murió como consecuencia de un golpe de elemento contundente en el hueso occipital, además de haber sufrido otras heridas y lesiones, incluida la fractura de varias costillas.
Durante la instrucción de la causa, se estableció que Angelelli fue asesinado porque, desde julio de 1976, investigó por cuenta propia los homicidios de Murias y Longueville.
Cuando fue asesinado, el obispo llevaba una carpeta con importante información sobre el asesinato de los dos sacerdotes, que responsabilizaba por el crimen a represores de la dictadura, en especial militares de la base de la Fuerza Aérea en Chamical.
El juicio por el homicidio de Murias y Longueville concluyó en diciembre de 2012 con la condena a prisión perpetua de Menéndez, Estrella y el policía Domingo Benito.
Archivada durante la dictadura, la causa por el asesinato de Angelelli fue reabierta en 1986 en La Rioja pero se frustró a raíz de las leyes de impunidad, derogadas recién en 2005, durante la presidencia de Néstor Kirchner.
Reabierta en 2009, María Elena Coseano, sobrina del obispo asesinado, se presentó como querellante en la causa junto con el Obispado de La Rioja y las secretarías de Derechos Humanos de La Rioja y de la Nación
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