Día 28 de Noviembre de 1545, Nápoles.
Faltaban dos semanas. El carruaje imperial salió de Nápoles con destino hacia Trento. La gran preocupación de todos era lo que iba a suceder en el tan esperado Concilio. Fray Domingo de Soto comenzó preguntando:
─ Permítame, Don Diego, tengo entendido que su señoría y por supuesto el Emperador esperan que el Concilio sea el mejor medio para atraer a los herejes y a los príncipes alemanes que siguen a Lutero ¿es así?
Faltaban dos semanas. El carruaje imperial salió de Nápoles con destino hacia Trento. La gran preocupación de todos era lo que iba a suceder en el tan esperado Concilio. Fray Domingo de Soto comenzó preguntando:
─ Permítame, Don Diego, tengo entendido que su señoría y por supuesto el Emperador esperan que el Concilio sea el mejor medio para atraer a los herejes y a los príncipes alemanes que siguen a Lutero ¿es así?
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