Iván Escobar
(COLATINO)
A 32 años del crimen de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, hecho que conmocionó a la sociedad salvadoreña y causó un impacto en la comunidad internacional, muchos siguen su ejemplo, desde humildes campesinos, mujeres viudas, jóvenes que nunca le conocieron físicamente, pero que lo han logrado sólo a través de sus textos, hasta funcionarios que aseguran hoy en día es un referente importante en la sociedad.
A 32 años del crimen de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, hecho que conmocionó a la sociedad salvadoreña y causó un impacto en la comunidad internacional, muchos siguen su ejemplo, desde humildes campesinos, mujeres viudas, jóvenes que nunca le conocieron físicamente, pero que lo han logrado sólo a través de sus textos, hasta funcionarios que aseguran hoy en día es un referente importante en la sociedad.
Un ejemplo de este seguimiento a su palabra y constante difusión, ha sido José Jorge Simán, un destacado empresario y quién asegura llegó a conocer al religioso en los momentos más oscuros que vivió esta sociedad.
“Su palabra continúa estremeciéndonos con ese tono pausado, profundo y vigente”, concluye Simán, durante una breve exposición, la tarde de este martes, en la iglesia El Rosario, como parte de las actividades organizadas por la Fundación Monseñor Romero.
Simán compartió con varias personas su testimonio, incluso, repartió un breve relato en el cual recapitula varias de las situaciones que vivió junto a Monseñor Romero.
El Arzobispo Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980, por los Escuadrones de la Muerte. El informe de la Comisión de la Verdad, señaló al Mayor Roberto d’Aubuisson, fundador de ARENA, como la persona que ordenó el crimen.
“D’Aubuisson, junto al ex capitán Álvaro Saravia y Fernando Sagrera, habrían participado en la planificación del magnicidio”, relata el Informe de la Comisión de la Verdad.
Diario Co Latino informó en septiembre del año pasado que el autor material, es decir, la persona que disparó contra Monseñor Romero, fue un ex sargento de la extinta Guardia Nacional, que pertenecía al equipo de seguridad del Expresidente de la República, Arturo Armando Molina, identificado como Marino Samayoa Acosta.
Simán recordó que conoció al religioso a principios de los años 70, “cuando teníamos encuentros no muy agradables”, en ese momento Monseñor Romero era Obispo Auxiliar en San Salvador y él era presidente de la Oficina Católica de Cine.
Con el tiempo, las diferencias fueron superándose al grado que Simán le continuó dando seguimiento, “cada vez que enterraba a un sacerdote lo acompañaba”, dijo, una situación que se repitió varias ocasiones después del crimen del sacerdote Rutilio Grande.
“Muchos dicen que la muerte del padre Rutilio lo cambio… yo creo que no, porque él siempre tuvo sensibilidad hacia los pobres, hacia las necesidades las personas”, afirma Simán.
Además, lo recuerda como un hombre alegre y que nunca buscó ser protagonista, sino que se mantuvo en la humildad y desde allí escuchaba a los más pobres.
Simán compartió mucho tiempo con Monseñor Romero, quién acudía constantemente a su casa e intercambiaba con su familia, incluso el religioso se acercaba para tratar de persuadir a otros personas sobre la necesidad de ser solidarios, trabajar por el país y atender las necesidades de muchos, que otros ignoraban.
“Cuando asesinaron al padre Rutilio, fui a su entierre… ahí Monseñor me dijo: Don Pepe reunámonos por favor. Era un testigo de nuestras angustias y esperanzas, tenía como costumbre ante la complejidad de nuestros problemas, conversar con todos… ese amor al prójimo lo llevó a buscar la justicia”, reflexiona.
Monseñor Ricardo Urioste, Presidente de la Fundación Romero, durante la jornada de ayer, y la cual se está llevando a cabo en este año en El Rosario, destacó la participación de Simán “que nos ha recordado a Monseñor como el presente y futuro para El Salvador”.
Simán añadió que el gran problema en la tierra natal del Obispo mártir, ha sido el desconocimiento de su palabra, y afirmó que Mons. Romero fue testigo del sufrimiento de su pueblo.
Jornadas previas al 24 de marzo
La Fundación Romero desarrolla esta semana una serie de charlas en la iglesia de El Rosario, desde las 4 de la tarde. Para hoy está programada la ponencia: “Mons. Romero y la Esperanza Cristiana”, la cual estará a cargo de Carlos Ayala Ramírez, Director de Radio YSUCA.
La jornada incluye una exposición de murales y fotografías en el interior de este templo, el cual estará abierto hasta el próximo domingo.
El día central es el sábado 24 de marzo, iniciando a las tres de la tarde con la peregrinación desde el Salvador del Mundo hasta la Catedral; a las 7:30 p.m. se llevará a cabo la eucaristía que estará presidida por Monseñor Elías Samuel Bolaños Avelar, Obispo de la diócesis de Zacatecoluca; posteriormente se desarrollará la vigilia.
Este viernes también habrá jornadas, todas se desarrollan desde las cuatro de la tarde.
Monseñor Urioste expresó que Monseñor Romero “sigue adelante… él hizo vida el llamamiento del señor, que hoy recordamos y vivimos”.
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