Padre Pedro Pierre
En nuestro mundo de violencia es más fácil ver los estragos del reino de la muerte que la presencia y el crecimiento del Reino de Dios. Ejemplos patentes son las criminales guerras de Estados Unidos en Iraq y Afganistán, la interminable guerra de Israel contra Palestina, los bombardeos de la OTAN (Organización militar del Tratado de los países del Atlántico Norte) sobre Libia, las presiones vergonzosas de Francia y Alemania sobre Grecia, Italia, España, Portugal para que sus conciudadanos paguen sus deudas públicas a como sea, el hambruna de Somalia con sus miles de muertos, la destrucción incontenible de la Amazonía por la minería a gran escala, el cultivo de los agro-combustibles y los macro-proyectos de grandes carreteras y, entre nosotros, la pobreza que no logra retroceder significativamente.
Pero, al mismo tiempo, despuntan las muestras de luchas cada vez más planetarias por la vida, la justicia, la fraternidad y la naturaleza. Ecuador ha tenido una alta calificación por la ONU en cuanto al desarrollo humano en general tanto por los esfuerzos del gobierno como del protagonismo de los pobres organizados. En todo el continente los Indígenas luchan incansablemente por la defensa y la promoción de la naturaleza. Los pueblos árabes siguen en sus luchas, al precio de cuántas muertes, por más democracia, derechos humanos y mejores condiciones de vida. En Chile, desde meses, por sus reclamos no violentos, los estudiantes exigen al gobierno la educación gratuita, privatizada durante la dictadura de Pinochet. En los países del norte, los “indignados” se manifiestan cada vez más numerosos de Madrid a Nueva York y de Paris a Londres, por ser excluidos en un sistema de derroche a favor de unos pocos.
Hace un año en Chile, pocos meses antes de su muerte, el padre José Comblin, tal vez el mayor teólogo de la liberación de América Latina, a la pregunta: “¿Qué es el Reino de Dios?”, respondía: “¿Qué es reinar en la Biblia? Reinar es luchar contra los dominadores para salvar a los pobres. Eso es lo que justifica la autoridad. El papel de la autoridad es luchar contra los poderosos para salvar a los dominados. Salmo 72. Entonces ahí el papel del rey está claramente. Y el reino de Dios es que Dios viene a hacer eso. Y ahora Dios está comenzando a hacer eso. Luchar contra los dominadores. Contra los poderosos. Y levantar a los oprimidos. A los rechazados. Entonces eso es el Reino de Dios”.
Movimiento Teologìas Para La Liberaciòn-Chile
Correo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com
Correo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario