Público
Como escribe Ana Carrasco-Conde en su magnífico ensayo Decir el mal, el mal no es solo un acto que se hace o se sufre, ni siquiera es un conjunto de actos, es una dinámica que genera un orden en base a una lógica relacional que se refuerza a sí misma. El mal, como tal, es «una forma de relacionarnos». Ver noticia original en …
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