Redes Cristianas
Vuelve, sí, como presidente que fue de una de las 10 potencias mayores del mundo. Vuelve portador de un espíritu y un mensaje que a los ricos y poderosos les inspira odio y venganza y a los millones y millones por ellos empobrecidos : esperanza, vida, salud, igualdad, justicia, libertad, dignidad…
Nada, pues, de atisbarlo como un personaje lejano o extraño al rumbo, problemas y necesidades de los demás países.
Brasil es un país dominado por élites sometidas a los Estados Unidos, todo por la única razón de tener el mayor yacimiento de petróleo del mundo. En el 2003, cuando Lula llegó al poder, los recursos eran de 15.000 millones de dólares, cuando acabó sus dos mandatos eran de 50.000 millones.
Vuelve Lula, que cometió los delitos de crear el programa “Hambre cero” y de sacar de la pobreza a 40 millones de brasileños.
Los grandes empresarios no se lo perdonaron y lograron que el juez Serio Moro juzgara y condenara con absoluta arbitrariedad al mejor presidente de la historia de Brasil. Había que impedir que se presentara de nuevo a las elecciones y las ganara.
Y fue encarcelado en Curitiva, en una celda de 22 metros cuadrados, bien organizada, limpia, modesta ,espartana. Tenía tan sólo una hora de visita a la semana. Y, en contra de la ley, no le dejaron asistir al entierro de su hermano mayor.
Sin embargo, todos los días, por tres veces, el movimiento popular de sus muchos admiradores, le gritaban: “Bon die”, presidente.
Y estuvo a punto,en reflexión a solas consigo, de renunciar a presentarse como candidas nuevas elecciones, pero venció la tentación, que le hubiera hecho caer en lo que más deseaban y hubieran aplaudido sus adversarios.
En entrevista en la cárcel, que le hizo I. Ramonet, se despedía con estas palabras: “Tengo conciencia de mi responsabilidad con el pueblo brasileño… Estoy preso, pero no me quejo, me siento más libre que millones de brasileños que no comen, no tienen vivienda…parece que están libres pero están presos de su condición social, de la que no pueden salir.
Prefiero estar aquí siendo inocente, que fuera siendo culpable.
A todos los que creen en mi inocencia, les digo: No me defiendan sólo con fe ciega, léanse las revelaciones de “Intercep”. Ahí, está todo, argumentado, probado, demostrado. Defiéndame con argumentos… Quien no elabora una narrativa, un relato en el mundo de hoy, pierde la guerra.
Estoy convencido de que los Jueces y Procuradores que montaron la manipulación para encarcelarme, no duermen con la tranquilidad con que duermo yo. Son ellos los que no tienen la conciencia tranquila. Yo soy inocente. Y que lo sepan, nunca he sido depresivo y no lo voy a ser ahora; no me quedo con los brazos cruzados. Lo que vale es la lucha”. Benjamín Forcano
No hay comentarios:
Publicar un comentario