fe adulta
Israel prepara la invasión por tierra de Gaza. Los tanques calientan sus motores desde el kilómetro "0" de una nueva barbarie arrasadora. El "ojo por ojo" atravesando milenios y plantándose con toda la frivolidad de su dolor y muerte en nuestro siglo XXI. La brutal ley mesiánica de las antípodas ahora en su versión dronada 2.0
Jerusalem, Jerusalem… que sigue crucificando la esperanza. Israel, Israel… un día comprenderá que la paz nunca, nunca descansará en la panza de esos, ni de los más modernos blindados, ni de las más sofisticadas armas de guerra. La paz, la tranquilidad, la seguridad de los hijos del presente y del mañana sólo puede reposar en una mesa, en un diálogo, en un acuerdo.
En el otro lado la misma y supina ignorancia. Dicen que han triunfado porque sus misiles han explotado en el corazón del poderoso, porque han arrancado la vida a un niño que correteaba, a otros seis adultos que deambulaban. Dicen que han triunfado y sólo dolor y muerte tras el despropósito mayúsculo de sus "valientes" cohetes sobre Tel-Aviv, dicen que han triunfado con más de cien muertes a sus espaldas, producto de su trágica y deleznable fanfarronada…
¿Cuándo se levantará el pueblo palestino contra la dictadura de Hamás que sólo prolonga su aislamiento y cíclico sufrimiento? ¿Cuándo se levantará el pueblo judío contra su Netanyahu de turno que sólo sabe robar sagrada tierra a los palestinos, sustraer fondos públicos para su bolsillo y calentar motores para la guerra despreciable?
Campus verdes y floridos, "Erasmus" sin fusiles, ni estruendo. El lamento de primavera frustrada, las lágrimas de sentenciada guerra no hay quién las ubique en la joven mejilla de ninguno de los bandos. Ese atroz absurdo, ese despropósito tenaz, esas lágrimas insistentes han de volver ya a sus pupilas limpias e inocentes, al kilómetro "0" del nunca jamás.
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