RELIGIÓN DIGITAL
Es uno de los curas con más seguidores en las redes sociales del mundo. Hace poco, alcanzó el millón de seguidores en Youtube. Uno de nuestros grandes 'influencers' que, sin embargo, sufre el azote de los 'haters' que se dicen católicos. Dani Pajuelo vive con resignación y esperanza el odio, pero no ceja en su empeño.
"Queda mucho camino para que haya libertad dentro de la Iglesia para hablar, madurar, gestar una Iglesia de comunión que sea acogedora con otras realidades", afirma el sacerdote marianista en esta entrevista con RD en la que lamenta que "una evangelización de burbuja es contraproducente, no invita a reconocer la fe cristiana" y acaba "expulsando a los de fuera".
Enamorado del Papa Francisco, Pajuelo muestra su preocupación por la "continua identificación de la derecha con la iglesia católica, que es una injusticia para el Evangelio. El Evangelio no se puede identificar con una opción política, porque sería ideologizarlo. En España se merma, se reduce a ideología...". Hablamos con él.
¿Eres el cura español con más seguidores en las redes sociales, no?
En España creo que sí, en Latinoamérica hay dos o tres que superan el millón de seguidores.
¿A qué se debe el éxito?
Mucho trabajo, constancia, tener claras algunas cosas del mundo digital. Yo entré muy joven en la congregación, con una inquietud muy fuerte por internet. Estudié Ingeniería Informática, y la congregación me ha dado siempre alas. Llevo desde hace 4 años, con frutos sorprendentes. No me esperaba esta proyección.
No siempre con aplausos de todos, ¿no?
Sí. Esto te trae aplausos y odio, casi más visible el odio. Por desgracia, el odio al principio venía del mundo más hostil a la Iglesia, pero con el tiempo, el hater que ha crecido es el de dentro de la Iglesia. No el institucional, pero dentro de la Iglesia hay gente que no comprende que un sacerdote no vaya de sotana todo el día y esté celebrando misas todo el tiempo.
-Esa vieja concepción de que el católico solo puede serlo de una determinada manera...
Es un grave error que el Papa Francisco nos está diciendo siempre. No se acaba de entender ni la crítica al clericalismo o al proselitismo, porque lo tenemos muy metido dentro, y nos cuesta mucho estar de otra manera evangelizando, reconociendo la bondad, la verdad y la belleza que hay en gente atea o de otras religiones. Durante mucho tiempo, la Iglesia ha sido la Voz, y ahora es una de las voces, y no nos acabamos de situar... A veces me encuentro críticas muy injustas del tipo ‘Ahora que tienes un millón de seguidores, es el momento de que hables de la verdad…’ como si lo que hubiera hecho hasta ahora hubiera sido escalar o mentir. Llevo evangelizando desde el testimonio desde siempre, con la imagen de hospital de campaña, hacer de la Iglesia lugar de encuentro. Eso es lo que quiere ser mi canal de youtube, donde se pueden sanar heridas, conocerse, donde alguno puede preguntar de dónde sale lo que hacemos...
-¿Cómo crees que tiene que ser la evangelización en redes?
Tengo claro que inundar con mensajes religiosos, saturar la red, es expulsar a los de fuera. Una evangelización de burbuja es contraproducente, no invita a reconocer la fe cristiana. La categoría es la del testimonio, tener una presencia encarnada. Si eres padre de familia, obrero o emprendedor, es importante que se vea. Lo más importante es la honestidad, No pasa nada porque un católico cuestione cosas, con respeto y apertura. Lo complicado de las redes es la gestión del odio, sobre todo de fuentes anónimas. Esto por desgracia, en el mundo católico está al orden del día. Puedes olisquear qué personas están detrás.... Eso te da rabia, dan ganas de responder...A mí me ha ayudado mucho tener una comunidad. Solo un hermano de los siete que somos tiene Twitter, no son fans de lo digital, pero con ellos rezo, comparto, tenemos un proyecto de vida común. Pero hay haters con mucha crueldad, y eso inhibe el testimonio, que es lo importante, y no tanto las vírgenes que comparto en mi perfil, o las frases del Papa... eso puede estar muy bien, pero es confundir proselitismo y testimonio. Y luego hay que estar en el medio como el medio requiere estar: no puedes hacer un vídeo en YouTube como si fuera para los documéntales de La 2. Cada red social tiene sus riesgos, oportunidades y lenguajes. Tienes que empaparte. A veces en el mundo católico tenemos orgullo de tener el mejor contenido, que es Jesucristo, y parece que ya está.
-Contamos con la ventaja de que el mensaje se adapta a cualquier realidad, en cualquier lugar del mundo y de la historia.... Pero una cosa es que la materia prima sea buena, pero hay que hacerlo vida...
Exacto. y hay que encarnarlo en el propio medio, y en su lenguaje. He aprendido de influencias del mundo de los videojuegos el humor, estar con humor. Algunos cardenales que me siguen deben pensar que se me ha ido la pinza, pero nos permite rebajar la tensión. Y me permite conectar con el público joven.
-¿Se aprende mucho de esos influencias que no tienen nada que ver con el mundo católico?
Muchísimo. Se me pone la piel de gallina. En mi cuenta de Instagram, las stories las puedes destacar en burbujas, hay algunas que se llaman ‘Frutos’. Es una pasada cómo cae el corazón que menos te esperas el trabajo que haces. Cuando pienso en la persona a la que me dirijo (19-35 años), que está herida por la Iglesia, que le ha hecho daño, que tiene un corazón justo que busca la verdad, que le atrae Jesús pero no puede con el pack de la iglesia... intento escucharlas. El feed back que más me llega es de personas ateas, agnósticas o muy heridas. Muchos empiezan diciendo ‘Dani soy ateo, pero...’. Me ven como alguien normal.
Yo sueño una iglesia con menos poder, que acepta que no tiene capacidad de influir con los poderes del mundo, que ha renunciado a esa estrategia de poder, y la separa de la evangelización, yo creo que eso nos devolvería a la esencia del Evangelio
-Esa palabra es la clave, ‘Ser normales’. Nos han educado durante tantos años a una Iglesia de superhéroes que solo podían dar ejemplo y obedecer...
Tengo un anti testimonio de cuando era joven postulante. Estábamos lavando los platos y un sacerdote joven no lo hacía. Le dijimos que los lavara, y nos dio un speech sobre la dignidad sacerdotal. Se me quedó grabado como antitestimonio, me di cuenta del potencial daño que ese discurso hace a la Iglesia, porque eleva a una categoría unas personas que somos como todos, y que deberíamos lavar más platos que nadie, porque ostentamos un puesto de liderazgo y responsabilidad en la comunidad.
-El Evangelio es comunicación fundamentalmente. Nuestra misión también es saber comunicar la Buena Noticia. Ese diagnóstico que haces no se lo han hecho todavía: hemos perdido las generaciones que vienen, y cada vez es más difícil entrar, a no ser que sea a través de las familias y la educación. ¿Cómo ves el presente y el futuro de la Iglesia en España? Tenemos la suerte de contar con un papa como Francisco, ha abierto el juego, hay temas de los que se puede hablar, no siempre se tocan los mismos temas... Gente se siente concernida con lo que se está hablando. Y sin embargo, en medio hay un vacío excepcional, que estamos más preocupados por la ley, por la vestimenta del cura y no lavando los platos. ¿Qué soluciones hay para esto?
La pregunta del millón. Por un lado, soy realista y debo aceptar que en la iglesia conviven dos corrientes desde el Concilio de Jerusalén: los que pensaban que hay que circuncidarse porque sí, y los que creen que Jesús es superior a la ley. En la Iglesia conviven esas dos tensiones, la misericordia y la justicia. En el interior de la Iglesia ese conflicto está exacerbado. Francisco lo único que ha hecho, como buen profeta, es provocar que salga a la luz eso que ya estaba. Ahora las tensiones han florecido, y podemos hablar de ellas sin estar fuera. Pero creo que queda mucho camino para que haya libertad dentro de la Iglesia para hablar, madurar, gestar una Iglesia de comunión que sea acogedora con otras realidades.
Nos queda sufrir mucho en el interior de la iglesia hasta que se purifiquen algunas cosas. Eso se suma al contexto social: a mí lo que más me preocupa es la continua identificación de la derecha con la iglesia católica, que es una injusticia para el Evangelio. El Evangelio no se puede identificar con una opción política, porque sería ideologizarlo. En España se merma, se reduce a ideología...
-Seguimos siendo un país de clericales y anticlericales
Claro, es que es muy cansino... Esta gente dice que vive el Evangelio. pero lo que te encuentras es que a menudo utilizan el nombre de Dios y de la religión para ganar votos, o defender un constructo ideológico que choca con muchas cosas de Jesús, y esas no las quieren, las tapan. Francisco has sacado muchas cosas a la luz. La Evangelii Gaudium: la leí y me eché a llorar, porque sentí que volvía a leer el Evangelio por primera vez. Esto tiene una frescura espectacular. Tenemos un tema pendiente: la Iglesia saca un documento y pensamos que todos lo leen, pero no es así.
A lo que nos empuja el contexto es a eso o a andar en continuos guetos, bien amurallados, que quede bien claro que quien está adentro acepta ese pack, vota a estas personas...
-Además tenemos a un Papa que se le entiende perfectamente... ¿Qué futuro ves en la Iglesia?
Sobre el futuro de la Iglesia, no tengo nada claro. Yo sueño una iglesia con menos poder, que acepta que no tiene capacidad de influir con los poderes del mundo, que ha renunciado a esa estrategia de poder, y la separa de la evangelización, yo creo que eso nos devolvería a la esencia del Evangelio. Una Iglesia de pequeñas comunidades, más que de grandes escenificaciones de poder y prestigio. A lo que nos empuja el contexto es a eso o a andar en continuos guettos, bien amurallados, que quede bien claro que quien está adentro acepta ese pack, vota a estas personas... Mientras tanto, en paralelo, hay una historia de santidad, de muchos desconocidos, Dios va escribiendo una historia bastante humilde, y eso está ahí. Hay un nivel de testimonio evangélico enorme, pero requiere una mirada distinta para percibirlo. Y me gustaría contribuir a educar la mirada de fe. Para mí la mirada de fe en un ateo, es enseñar a ver lo bueno, verdadero que hay en cada persona, porque hay está Dios.
- Formas parte de un grupo de tuiteros, de gente que trabaja el Evangelio en las redes, que se llama Misión, y que lanzáis unos nuevos cursos
Se llama Conecta iMisión. Hace unos años conocí a Xiskya Valladares, en un momento en que la estaban linchando. Nos dimos cuenta de que había que ayudar a los católicos a estar de otra manera en las redes. Hemos hecho un montón de cosas: tres congresos, jornadas de formación... y queremos llegar a formación a distancia. En esta tercera edición, hemos conseguido una formación modular que puede cursar cualquier momento, a un precio muy cómodo. Con un plan a tres años, con un plantel de profesores muy variado. Gente que tiene nuestro sello, que ve la evangelización digital como un testimonio, y con profesionalidad. Vamos a enseñar a pensar a niveles de marketing y lenguaje de la red, qué es lo que funciona, qué es lo que no, cómo llegas al público que quieres... qué es y qué no es un fruto cuando trabajas en red, como gestionas el odio. Casos prácticos de éxito... Este año enseñaremos cómo evangelizar en YouTube, en Instagram, en Tik Tok (que es una frontera muy nueva), y el de Facebook.
También, el tema del Fundraising, los proyectos son buenos pero se tienen que sostener, crear empleo, criterios éticos. La evangelización no tiene por qué ser deficitaria, puede autosostenerse.
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