Jason Horowitz
Enviado a la página web de Redes Cristianas
This article originally appeared in The New York Times.
Los obispos llegan para la ceremonia de beatificación del papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, el 1 de mayo de 2011. (Ruth Fremson/The New York Times).
ROMA — En el funeral del papa Juan Pablo II, en la Plaza de San Pedro, se vieron pancartas entre el mar de dolientes que decían “Santo súbito” o “Santo inmediato”. Juan Pablo II fue un gigante de la iglesia en el siglo XX que llegó a todas partes del mundo —inspirando a generaciones de creyentes con su magnetismo juvenil, que luego envejeció con dificultades— y que, como “el papa polaco”, ayudó a derribar el comunismo durante sus más de 26 años de reinado.
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