- Por: Marian Serrano /Fotos: Miguel Bretos
El pasado domingo, 24 de noviembre, una pequeña imagen de María Auxiliadora era entronizada en la parroquia San Francisco Javier de Pamplona, cumpliendo así el deseo de algunos feligreses de la Iglesia de María Auxiliadora en el ensanche de Pamplona: “que no se vaya del barrio”.
Presidía la eucaristía el párroco de San Francisco Javier, José María Aicua y concelebraban los sacerdotes salesianos: José Cuscó, Daniel Castillo, Jorge Lanchas, Ángel Miranda y Agustín Fernández. La imagen de María Auxiliadora que se queda en esta parroquia pamplonesa es la que se encontraba en la capilla lateral del colegio salesiano y la que se usaba para las procesiones.
La iglesia llena de parroquianos y devoto de María Auxiliadora: antiguos alumnos, profesores, salesianos cooperadores. La imagen de María en el altar durante la denominada “Eucaristía de Franternidad”, antes de finalizar se trasladó al lugar donde estará permanentemente, como expresaba el propio párroco: “este pequeño rincón, será el eco de la fe de esta comunidad y permitirá que la gente mayor que no puede bajar a Sarriguren pueda seguir demostrando su cariño y su presencia”.
La ocasión sirvió para recordar los 150 años de la Asociación de ADMA que se celebran en este 2019 y también a los misioneros navarros relacionados con la parroquia y los salesianos.
El Coro de la parroquia San Francisco Javier acompaño musicalmente el momento celebrativo y Luis Fuente, delegado de Familia Salesiana, junto con Agustín Fernández, coordinador general de Pastoral y responsable de ADMAS en Pamplona llevaron la figura hasta su trono, en una pequeña capilla entrando a la izquierda.
No sólo la figura, también el espíritu salesiano se queda en esta parroquia del centro de la ciudad, un grupo de ADMAS se reunirá allí todos los 24, son mujeres mayores, algunas del barrio, otras de barrios cercanos, que mantienen su compromiso con “La Auxiliadora” y con los jóvenes y personas más necesitadas.
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