Las aseveraciones de Nacho hace unos días aquí en Atrio (VER) y las controversias derivadas en los comentarios y en los silencios, me sugieren una afirmación mostrenca cual la que sigue: “ no hay acción contra el sistema fuera del sistema”. Fuera del sistema solo están los mil millonarios que tras succionar el excedente de producción del sistema y las rentas más allá de las de subsistencia y consumo circulante de las clases populares, se han salido de él por los alto de la superestructura; y los anacoretas rurales, religiosos o no, o los urbanistas de banco de parque o manta en entradas de bancos y oficinas y los pisaverdes de riñón cubierto y sonrisa despectiva que pasan de todo porque solo existen ellos en el mundo . Los antisistema que deseen destruir el sistema están obligados a luchar contra sus fuerzas sin saber muy bien a quien beneficia en último extremo su posible triunfo corriendo el riesgo de que las nomenclaturas se sustituyan unas a otras cual herencia borbónica en distintas latitudes y bajo distintos paraguas. Ya hemos visto de todo para creer a pies juntillas en el poder de las anunciadas revoluciones. En la tradición bíblica a la que pertenezco por herencia materna y que asumo con gozo a diario, ‘ōšeq significa opresión e injusticia y define la actividad depredadora de los ricos y los poderosos sobre los pobres. Todo el mundo es consciente que la Biblia se escribió en tiempos remotos, cuando aún no existía ni el PC, ni siquiera Podemos.
lunes, 18 de noviembre de 2019
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