- Por: Jesús Arce
Así lo subrayaba Monseñor Carlos Escribano, Obispo de La Rioja y participante en el sínodo para los jóvenes, en el encuentro de parroquias del pasado 23 de marzo en Vitoria dirigiéndose a los miembros de los Consejos Parroquiales, catequistas y animadores.
El encuentro forma parte de la propuesta formativa, para este curso, de los encuentros de parroquias confiadas a Salesianos Santiago el Mayor. Se han realizado estos encuentros en Madrid a principios de marzo y el mismo día 23, en Ourense, todos bajo el lema: “El Sínodo de los jóvenes y la parroquia”.
La Parroquia San Francisco Javier, de Vitoria, organizó el encuentro en el que participaron las 5 parroquias de esta zona de la Inspectoría: Nueva Montaña y San Martín, de Santander; Intxaurrondo, de San Sebastián; la de Rentería; y la de Vitoria, que este año era la anfitriona. Un total de unas 60 personas.
Entre estas parroquias este tipo de encuentros tienen ya su historia y tradición, el primero fue en el año 1999 y desde entonces cada año, se viene haciendo de manera continua. Una experiencia muy enriquecedora, por la temática de reflexión y por el sentido de pertenencia y trabajo que se va creando entre los equipos animadores de las parroquias.
Jesús Arce, párroco de San Francisco Javier de Vitoria, acogía en esta ocasión, a los participantes. Después de los saludos efusivos alrededor del café, comenzó el encuentro con una oración, y seguidamente, Alfonso Valcárcel, como coordinador Inspectorial de Parroquias hizo la presentación del ponente, Monseñor Carlos Escribano, Obispo de la Rioja, participante en el Sínodo de los Jóvenes.
Don Carlos, en un lenguaje cercano y familiar, fue comunicando la propia experiencia del sínodo, su primer sínodo, destacando, entre otras cosas, la presencia cercana y discreta del papa Francisco, el trabajo en equipo de grupos tan diversos, la pluralidad de ideas y mensajes, la presencia de los jóvenes participantes, que imprimían un ambiente alegre y desenfadado
Además, contó lo que supuso el trabajo de preparación, y el desarrollo del sínodo, las ideas claves que movían a la asamblea y el trabajo final reflejado en el documento siguiendo el pasaje evangélico de los discípulos de Emaús: una iglesia en actitud de escucha, mirando al mundo de hoy y a la nueva cultura juvenil, que deben estar presente a la hora trasmitir el mensaje evangélico. El saber discernir la realidad, el trabajo en equipo, el acompañamiento, y la calidad en las relaciones deben marcar la evangelización en nuestras parroquias
Después de un breve descanso para compartir y tomar algo, se continuó con un dialogo abierto y distendido entre el ponente y los participantes, antes de que se ausentara por razones de su ministerio. Se continuó con un momento de trabajo en grupos, para reflexionar en torno a lo expuesto: “Retos para el futuro”. Cuatro grupos de unas 12 personas con un secretario para recoger y exponer en la asamblea lo compartido en cada grupo y cómo poner en práctica el sínodo de los jóvenes.
El encuentro se terminó con una comida en ambiente de familia. En ese momento se incorporó al grupo Mons. Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria, y Carlos García, salesiano y vicario general de la diócesis. Momento festivo de comunicación de experiencias y recuerdos compartidos de otros momentos. Pasadas las cinco de la tarde finalizaba el 21 encuentro de Consejos Parroquiales, hablando ya dónde sería el siguiente, deseando a todos un feliz regreso a su lugar de precedencia.
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