SERGIO HUERTA MOYANO SDB
Los discípulos no entienden nada Jesús camina lleno de valor hacia Jerusalén. Allí sabe que le espera su final. No deja de interrogarme cómo debía sentirse Jesús en aquellos momentos, sabiendo que su tiempo se acababa, que se acercaba a su muerte. ¿Soledad, incomprensión, miedo…? Los discípulos andan en otra onda: despistados, perdidos, a sus intereses. No han entendido nada del mensaje de Jesús. Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercan al Maestro y van a pedirle por lo suyo… Ocupar los dos primeros puestos. IR A LA PÁGINA
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