Deme Orte
Redes Cristianas
La expresión “me cago en dios” por la que Willy Toledo ha sido acusado de “delito contra los sentimientos religiosos” trae cola.
Cagar es una función biológica normal, y el lenguaje es muy rico en matices: cagarse, la has cagado, vete a cagar, te vas a cagar… pero la expresión “cagarse en” se usa para mostrar desprecio. De manera más finolis se suaviza con “mecachis” o algo tan poco ecológico como “mecachis en la mar”. Otras lo hacen “en tó lo que se menea”.
Cagar es una función biológica normal, y el lenguaje es muy rico en matices: cagarse, la has cagado, vete a cagar, te vas a cagar… pero la expresión “cagarse en” se usa para mostrar desprecio. De manera más finolis se suaviza con “mecachis” o algo tan poco ecológico como “mecachis en la mar”. Otras lo hacen “en tó lo que se menea”.
Antiguamente estaba prohibida la blasfemia no sólo con carteles sino con multas y excomuniones. Parecía lenguaje de carreteros malhablados o de ateos anticlericales. Afortunadamente hace tiempo que dejó de estar en el código penal y queda en el ámbito de la libertad de expresión.
“Cagarse en dios” suena mal a nuestros “castos oídos”. Pero a quien no cree en dios o rechaza la imagen de dios que la religión le ha transmitido, es expresión de rechazo de lo que ese dios significa. Faltaría conversar con Willy Toledo sobre en qué dios se caga o qué imagen tiene o rechaza de dios. Y puede ser que otras personas también nos cagáramos en esa imagen de dios.
Si es el dios de los ricos que piensan que la riqueza es una bendición divina, yo también me cago en ese dios. Si es el dios de los curas pederastas que creen que dios les perdona con sólo confesarse, yo también me cago en ese dios. Si es el dios que hacía a Franco “caudillo por la gracia de Dios”, yo también me cago. Si el dios de Bush y Trump que creen que bendice a América mientras ellos maldicen a la humanidad, me cago en su dios. Me cago en el dios del patriarcado que fundamenta el machismo y la violencia contra las mujeres. Si es el dios de las guerras, de la globalización neoliberal, de los genocidios y del hambre, me cago en ese dios y en quienes creen en él. Si es el dios dinero, sus bancos como templos y el capitalismo como religión que sacrifica víctimas humanas, me cago en su dios y en sus sacerdotes…
Peor que cagarse en dios, que es una realidad simbólica, es cagarse en las personas reales como hacen de hecho quienes las desprecian, descartan, excluyen y matan. Quienes cultivan las fobias, miedos y odios… Quienes roban los recursos naturales de comunidades indígenas y les dejan la mierda de la contaminación y los desechos tóxicos; los bancos y jueces que desahucian sin compasión a quien no puede pagar; los que excluyen a personas que huyen de la guerra y el hambre y permiten que mueran en el mar o el desierto…
Yo creo que cagarse en dios no ofende a Dios. Al menos creo que el dios en que yo creo está por encima de tu mierda y de la mía. No creo que ninguna blasfemia ofenda a Dios, como tampoco ninguna alabanza lo adula. Yo no sé cómo es dios, ni dónde está ni si es o no es. El lenguaje “teísta” del Ser Supremo que nos controla no me vale. “A Dios nadie lo ha visto, nadie lo conoce”. Todo lenguaje humano sobre dios es inadecuado. También esto que yo digo.
Yo quiero creer en el Dios en que creía Jesús de Nazaret, que me lo muestra como Amor, como fuente de todo amor, como padre-madre, como misericordia, como liberador de los pobres; con ternura, bondad, humanidad. Sólo quien ama a su “hermano” (el ser humano en general y en particular) se acerca de algún modo a ese dios-amor. “Quien dice que ama a Dios y no ama a su hermano es un mentiroso”
Me importa poco que alguien se cague en dios, aunque no es un lenguaje agradable, y comprendo que alguien sienta molestia por ese desprecio. Quien trata de ser humano y amar, a mi “sentimiento religioso” no le ofende. Y no creo que dios necesite “abogados cristianos” que le defiendan. ¿O a qué o a quién defienden? Deme Orte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario