Eduardo Ibarra Aguirre
Trivializar el atentado que sufrió el sábado 4 el presidente venezolano Nicolás Maduro hasta negar su existencia sobre la base de dichos de “la oposición” –como si ésta no se encontrara fragmentada hasta el punto que despareció la Mesa de la Unidad Democrática, opositores gobiernan cinco de los 23 estados y una parte minoritaria alienta el discurso de la confrontación violenta–, está llegando a niveles de lo grotesco en el México del oligopolio mediático que se subordina a las visiones ideológicas e intereses geopolíticos que impulsan en forma militante los consorcios trasnacionales de la información.··· Ver noticia
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