FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

martes, 29 de mayo de 2018

Las ocurrencias del cardenal Sarah

Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara
Redes Cristianas
Ya he comentado ciertas salidas del cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación vaticana para Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. En una homilía a fieles que peregrinaron con él hasta la catedral de Chartres el domingo de Pentecostés, en la que opinó de todo lo divino y humano, expresó estas joyas relacionadas más o menos con su disciplina de la liturgia: La ordenación de los viri probati (hombres casados que han probado ser útiles y estar preparados para el culto) tendría “consecuencias serias”, como “romper definitivamente con la Tradición Apostólica”; la introducción de esta disciplina en la Iglesia “estaría creando un sacerdocio según nuestra dimensión humana”; el celibato clerical es de suma importancia, porque proclama al mundo lo que es “estar con Cristo en la Cruz”; “no hay razones pastorales para este cambio” ya que esta innovación produciría el efecto desastroso de “acabar con el sacerdocio tal y como fue instituido por Jesucristo”.
Ya afirmó algo tan peregrino como que la comunión en la mano era un “invento diabólico”. Tal vez el cardenal guineano no conozca la escena de la Última Cena, en la que, según todos lo indicios y pistas, el que inventó la comunión servida en la mano no fue el diablo, sino el Jesús de Nazaret. Sin el más mínimo ánimo de ofensa, tengo que afirmar que muchas de las declaraciones de este purpurado, si no supiéramos que es un cardenal de la iglesia romana, imaginaríamos no solo que era un simple fiel, sino un fiel bastante, o muy, ignorante.
Creo que mis lectores no necesitan que corrija una por una, y explique, el desvío de sentido de cada una de las afirmaciones del cardenal, para, más INRI, prefecto de la Congregación de Liturgia. Pero para no dejar cabos sueltos, ahí voy.
“Romper definitivamente la tradición apostólica”. Sería solo sorprendente, si, además, no fuera grotesco, que a estas alturas, un cardenal de la Santa Iglesia no supiera, o. por lo menos, no hubiera oído alguna vez, la opinión de que los apóstoles, tal vez con la excepción de Juan, eran casados. Lo que sí seguro consta en los Evangelios, con toda certeza, pues se habla de su suegra, es que Pedro, el primer papa, era casado. Y todavía más grave que la falta de información concreta de la época evangélica y de la primera Iglesia, sea, tal vez, la tendencia de curiales y altos jerarcas eclesiásticos, a denominar “tradición apostólica”, no la que iniciaron los apóstoles, sino la que, después de tres siglos, comenzó a tejer la estructura eclesiástico-jerárquica de la Iglesia, ya bien instalada y asentada en el poder.
El sacerdocio de hombres casados “estaría creando un sacerdocio según nuestra dimensión humana”. La carta a los Hebreos, una de las últimas manifestaciones con toda seguridad apostólica, deja bien claro la idea de sacerdocio que tiene la Revelación Sagrada del Nuevo Testamento (NT). Justamente hoy celebramos la fiesta que instituyó Juan Pablo II con el título de “Jesús, sumo y eterno sacerdote”, en la que, evidentemente, de toda y clara evidencia, olvidaron otra característica fundamental, que repite y reitera la mencionada carta a los Hebreos: que el sacerdocio de Jesús, además de “sumo y eterno”, es único. El sacerdocio cristiano de los bautizados, hombres y mujeres, es participación del sacerdocio de Jesucristo, y, además, y a tener muy en cuenta, no es un sacerdocio ministerial, éste secundario, ritual y profesional, sino ontológico y de mediación entre Dios y los hombres, de compromiso con la Humanidad entera, pues, como el de Cristo, alcanza el nivel de un sacerdocio “de salvación”.
A mis fieles les llama mucho la atención la siguiente observación: para llegar a la conclusión de que el sacerdocio no es una institución puramente cristiana, solo hay que hacer esta experiencia: buscar en el Nuevo Testamento un solo texto en el que a un discípulo, o seguidor de Jesús, se le llame “sacerdote”. No lo encontraréis, tampoco denominan así a Jesús, que no era de la tribu de Leví, ni tenía ningún atributo de sacerdocio convencional o ministerial. que es el que ejercemos las presbíteros, mal llamados “sacerdotes”, y que la Iglesia puede organizar según sus necesidades, y de acuerdo con el verdadero, real y decisivo “poder delegado” del mandato de Jesús: “Id por el mundo entero, y anunciad el Evangelio”. (Como explica magníficamente D. Teodoro Jiménez Urresti, con su teoría de la delegación, que tanto sorprendió, utilizó, y casi entusiasmó a Yves Congart, o.p, (1904-1995), gran teólogo y eclesiólogo conciliar.

“Acabar con el sacerdocio tal y como fue instituido por Jesucristo”. Solo unas letras para finiquitar este asunto, ya tratado en el anterior párrafo: es preciso dejar bien claro a los fieles, y a los creyentes, en general, que Jesús no instituyó ningún sacerdocio ministerial. Él nos hacer participar a todos los creyentes, sus seguidores, por el sacramento del Bautismo., de su peculiar y maravilloso sacerdocio.
(Nota: de este cardenal el papa emérito, Benedicto XVI, afirmó que la Liturgia católica estaba en “buenas manos”. ¡Pues menos mal Si estas son buenas manos, ¿Qué pasaría si estuviera en malas manos? Qué cosas hay que oír).

No hay comentarios:

Publicar un comentario