Redes Cristianas
Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara
Tv13, todo el mundo los sabe, es la “tevé de los curas”, como reza el aserto popular, por lo menos en Madrid. Es decir, que el mayor accionista de la cadena es la Conferencia Episcopal Española (CEE), que es la que la gestiona , se eu0pone que dirige sus contenidos, y paga a los periodistas y tertulianos. Las noticias de su resultado económico de los últimos años, del último no tengo toda la constancia que me gustaría tener, son pesimistas: a pesar de todos los esfuerzos por conseguir obtener lucro, el ejercicio de la tv13 ha dado una secuencia de pérdidas cuantiosas.
El caso es sangrante, porque si se tratase de perder audiencia por exponer con claridad y valentía el Evangelio, sus valores, implicaciones, sus denuncias al Poder, su ataque frontal al dinero, “no se puede servir a dos señores, … no podéis servir a Dios y al dinero”, su preferencia por los pobres y desasistidos, su verdadera y asombrosa revolución de la práctica del perdón y del amor, et.. etc., tal vez muchos de nuestros fieles lo comprenderían. Pero resultar una carga para las cuentas de la Iglesia en España cuando “La TV de la Conferencia Episcopal ha optado por el dinero y ha olvidado cuidadosamente el evangelio” , como afirma Monseñor Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger, y azote de las políticas de extranjería, y de otras, como la venta de armas, del gobierno del PP.
Espero que este valiente y evangélico arzobispo sea conocido de mis lectores, pues he trascrito varios de sus artículos, publicados en Religión Digital (RD). En realidad, mi reflexión de hoy, ésta que estoy escribiendo, se debe, y está inspirada, en el artículo que el profeta Agrelo publica hoy en RD con el titulo “Monseñor Agrelo denuncia: “13TV avala la venta de armas a la marina real de Arabia Saudita”. (“La TV de la Conferencia Episcopal ha optado por el dinero y ha olvidado cuidadosamente el evangelio”). En esta entrega de su blog nos cuenta como el día 12 de abril de este año 2018 ser armó de paciencia, y esperó hasta pder ver el programa estrella de información-opinión, -bastante más de esto que de lo primero-, EL CASCABEl, en el que los tertulianos abordaron el acuerdo entre el Gobierno español y el Reino de Arabia Saudita para vender cinco corbetas de la empresa española Navantia al país árabe. Y explica como los tertulianos legaron a la conclusión que parece “norma de la casa” , y que resume una filosofía vergonzosamente capitalista, y, evangélicamente, infame, de “El acuerdo es un buen negocio; ergo, es un buen acuerdo”.
El arzobispo gallego de Tánger distingue muy bien en la libertad d expresión de los periodistas, y el lugar, el soporte, en el que los tertulianos manifiestan sus opiniones. Es evidente, que nadie tiene obligación de ser cristiano, ni de profesar las ideas de Jesús, ni de aceptar los valores del Evangelio: pero un medio de información propiedad de la Iglesia, al que le pondríamos, por eso mismo, el calificativo de Cristiano. -¿o no?-, no puede enseñar, exhibir, y airear ideas u opiniones, que aunque sean muy normales en los ambientes socio-económico-financieros, chocan frontalmente con las enseñanzas del Evangelio que ha ratificado, oficialmente, la Iglesia. Los tertulianos de 13tv tal vez no sepan, o si lo saben , tal vez no les interesa, que el Capitalismo ha sido condenado en documento papal por el papa Pío XI, en el mismo documento, y con la misma intensidad y gravedad en que fue condenado el Comunismo.
Esos periodistas, como alguna otra vez que he curioseado en el Cascabel, ha tomado a chirigota tanto lo que afirmaban las ONGs, como el partido podemos, opuestos, unos y otros, a la venta de armas a un país del que se sospecha seriamente, e incluso hay quien afirma que está demostrado, suministra armas sofisticadas al movimiento iyadista internacional, pero como he recordado más arriba, como proporciona mucho dinero al Estado español, es considerado por los sesudos (¿?) tertulianos como un buen acuerdo.
Pero seguro que los señores obispos sí que saben la condena del capitalismo, y la enseñanza del Evangelio de que “no se puede servir a Dios, y al dinero”. Es decir, monseñor Agrelo no carga directa y explícitamente contra la Conferencia Episcopal Española, o la comisión permanente, o los encargados de controlar los contenidos de un medio de comunicación de titulación eclesiástica, por lo que seré yo el que, con humildad, y sin el más mínimo ánimo ofensivo, recordaré a los señores obispos, que es de su estricta y grave responsabilidad que los fieles de nuestras parroquias, y los católicos creyentes, y los no tan creyentes, y parta éstos es todavía más delicado no escuchar soflamas antievangélicas, son responsables, digo, de graves desvíos, o, por lo menos lagunas, en la enseñanza de los principios evangélicos.
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