Rodolfo Cortés Calderón
Estas fueron las últimas palabras que pronunció el dictador de Honduras JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ ALVARADO, JOH, en el discurso inaugural de su inconstitucional y fraudulento segundo periodo presidencial, avalado por los corruptos, golpistas, fraudulentos electorales y los dueños del circo del Departamento de Estado de ESTADOS UNIDOS—con su medio embajadora FULTON–en un coloso gigante que lució vacío a pesar de que cada asistente recibió pago por asistir.
“Los que están aquí” indudablemente son los que estaban en el estadio: los corruptos políticos del partido Nacional que se han enriquecido con los fondos del Estado, el negocio sucio, el narcotráfico y con la venta del territorio; los vasallos partidillos bisagras que desde hace casi una década tienen empeñada el alma con el diablo a favor de sus propios intereses; los clérigos y pastores empactados con satanás y que venden cual Judas al pueblo por unos pocos dólares; los oligarcas de la empresa privada que acompañaron al dictador en esta afrenta hacia el pueblo: banqueros, financistas, importadores y exportadores; los tarifados de las grandes corporaciones mediáticas que sin el menor rubor defienden a capa y espada al sátrapa de la casa de gobierno que los endulza con canonjías y pagos inmerecidos; los embajadores sinvergüenzas que representan a gobiernos alineados con el Imperio Yanqui mientras los pueblos que “representan” mueren en la más triste pobreza y olvido; los agresores militares y policías que afuera–mientras el bastardo dictador imploraba a Dios–estos reprimían con gases, garrotes y bala viva al pueblo; los violadores de la ley representados en los diputados, magistrados y el fiscal del Estado; los deslegitimados, todos los asistentes—principalmente los miembros del régimen opresor–que no contaron con la presencia de ninguna delegación extranjera a nivel presidencial, siendo este el más claro rechazo internacional contra el dictador; los burócratas que por un salario miserable y sin seguro social digno, son obligados a asistir a todas las mojigangas y circo que planifica y organiza el máximo bufón del Estado, JOH; los pordioseros sometidos a limosnas que por un pago mezquino asisten donde los llaman sus conculcadores.
“Los que están allá, en las honduras” representan a todo un pueblo que hundido en la peor crisis que vive el país ha marcado diferencia con su valiente y estoica resistencia oponiéndose febrilmente a caer en las garras de la dictadura; a las mujeres y hombres que con mucha dignidad y patriotismo manifiestan su rechazo a seguir siendo esclavos de este déspota gobierno de JOH; a los obreros, campesinos, mujeres, profesionales y comunidades que se oponen al despojo de sus derechos laborales, sociales, ambientales y territoriales; a los jóvenes, esa juventud que exhortara nuestro patricio Francisco Morazán Quesada a redimir la Patria: Excito a la juventud, que es la llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento por quedar anarquizado, y deseo que imiten mi ejemplo de morir con firmeza antes que dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra; a la iglesia popular, hermanos y hermanas de diferentes iglesias cristianas y no cristianas que con fe en el pueblo y en una divinidad universal construyen una nueva iglesia de los empobrecidos; a la solidaridad internacional que con entereza está dispuesta a defender las causas justas de la sociedad hondureña ante la mayoría de sus gobiernos cómplices.
De esta forma la mafia putativa orlandista reflejó y dejó claro en su discurso lo que serán las ZONAS ESPECIALES DE DESARROLLO, Zedes, también llamadas CIUDADES MODELO o PARAÍSOS FISCALES INTERNACIONALES que la dictadura está en la disposición de imponerle a la ciudadanía hondureña al clasificarnos como “los de aquí y los de allá”.
¡Seguiremos luchando contra la dictadura y por un diálogo con mediación internacional, sin imposiciones de JOH!
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