Eduardo Hoornaert
Las CEBs emergen al inicio de la década de 1970. No pretenden ser la única forma legítima de constituirse en Iglesia, sino que expresan las intuiciones fundamentales de la Iglesia de los Pobres del Papa Juan XXIII y de la opción por los pobres de Medellín. Por consiguiente, constituyen un desafío al catolicismo en general en todos los países. La historia ya demostró que ellas son visibles, aunque lidien con contradicciones externas e internas. A lo largo de 40 años de experiencia, las CEBs cargan consigo cuestionamientos más o menos explicitados, más o menos visualizados por las participantes. Cuestionamientos que aguardan una base teórica. En esa línea se sitúa mi colaboración. Presento a continuación algunos comentarios históricos que se relacionan a tres cuestionamientos que, así pienso, están en el horizonte de la reflexión de las CEBs. El primero trata de la comprensión profética de la pobreza; el segundo de la religión y el tercero del sacerdocio. ··· Ver noticia ···
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