Rodolfo Cardenal, director del Centro Monseñor Romero
No
se puede conmemorar con verdad el martirio de monseñor Romero cuando el
pueblo salvadoreño, su pueblo, es dispersado por el hambre, la
extorsión y el asesinato. Tampoco se puede desear con verdad su
canonización cuando se mata para imponer el orden que, en realidad, es
un desorden, disfrazado de legalidad, que no solo expolia a los más
débiles, sino que, además, los obliga a recurrir a la violencia para
sobrevivir. Porque a monseñor Romero le dolía su pueblo, profanan la
memoria del mártir quienes declaran soberbiamente que el asesinato de
pandilleros y de supuestos pandilleros no debe llorarse. ··· Ver noticia ·
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