José Comblin, teólogo
Nuestro mundo es cada vez más un mundo de excluidos al lado de un mundo de satisfechos. Los dos mundos se alejan cada vez más y se ignoran. Por otra parte, el mundo de los excluidos, a pesar de ser mayoritario, queda escondido. En un mundo que se dice mundo de la comunicación, los excluidos están fuera de la comunicación. No navegan por internet.
La vida en el mundo de los excluidos es una lucha de cada día por la sobrevivencia: un mundo de privaciones, violencias, robos, asesinatos. Niñas maltratadas expulsadas del hogar, que viven en la calle, condenadas a practicar el sexo o a vender drogas para sobrevivir. Mujeres violentadas por hombres drogados, jóvenes sin trabajo, sin estudio, sin horizontes y sin futuro, vagando por las calles sin saber qué hacer. Luchas por la dignidad, siempre recomenzadas y siempre frustradas. En fin, aquella realidad que conocemos todos los días. ··· Ver noticia
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