Olga Lucía Benjumea- ARCWP-APCR
No voy a comentar ni a dar más vueltas a un asunto tan trillado, porque así no avanzamos.
La gente no cesa de preguntarnos, qué pensamos de todo esto?
Hemos dicho y lo estamos demostrando el Movimiento crece y sigue creciendo.
Han sido muchos los comentarios que se escuchan por el pasillo, unos buenos, otros no tan buenos.
Comparto algunos de ellos:
“Hay un mensaje explicito e implícito en las actitudes de Francisco”?
“Por qué Francisco hace este anuncio, buscando la unidad, después de haber saludado y acompañado en Suecia, precisamente a la Iglesia Luterana que cuenta con una mujer obispa Primada, en la celebración de la Reforma?”
“Francisco, desde que fue elegido Papa, se le ha visto, en sus actitudes y comentarios su lucha contra el clericalismo”.
“Francisco, le teme el que las mujeres al ser aceptadas como sacerdotes, entren a engrosar el clericalismo?” El clericalismo no se refiere solo a las vestimentas, sino a las actitudes prepotentes, abusos de autoridad y creerse escogidos y privilegiados del Cielo.
“De todas maneras, tantos años de sexismo, machismo y patriarcado, no se pueden borrar en dos días únicamente”
“Querámoslo o no, se siente que Francisco esta allanando el camino…”
¿Que pensamos, decimos y hacemos nosotras Asociación de Presbiteras Católicas Romanas: APCR=ARCWP (siglas en inglés)?
Nos hemos ordenado en desobediencia santa, al rescate del Evangelio, que anuncia equidad y justicia, de manera inclusiva, sin rechazar o marginar a nadie.
No estamos en competencia con el clero masculino.
Acompañamos y ayudamos a las personas que nos buscan y solicitan nuestros servicios pastorales.
No al clericalismo! Que nos separa de la Iglesia Pueblo de Dios.
No tenemos templos. Celebramos dónde nos inviten y acepten. Ni compramos ni vendemos los sacramentos. La Divinidad no se vende, se le busca. La Divinidad no es para montar negocios. Bien, lo acaba de decir Francisco:
“Quien tenga afición por el dinero que no entre en el seminario”, (1)
En el momento de la Consagración, tanto celebrante como pueblo consagramos, repitiendo las palabras de la Consagración. El compromiso es de mujeres y hombres, asumiendo que en Cristo todxs entregamos nuestro cuerpo y sangre, al servicio del Reino de Dios!
Nuestro ministerio está respaldado por la vivencia de nuestro Bautismo y la Sucesión Apostólica del Servicio.
Las primeras mujeres ordenadas en el Danubio (2002) fueron ordenadas por un Obispo católico romano en plena comunión con Roma. Guardamos, en sigilo su nombre, para no colocarlo en conflictos, con el Vaticano, hasta su muerte.
Seguimos nuestra Conciencia: “Obedecer primero a Dios, antes que a los hombres” Hech 5:29
Desobedecemos el Canon 1024 que dice: “solo pueden ser ordenados los hombres bautizados”. Acaso, es diferente el agua con que nos bautizan a las mujeres?
No aceptamos la excomunión: “latae sententiae”(2) porque nosotras no estamos, ni hemos renunciado a nuestro Bautismo y nada ni nadie nos lo puede borrar!
Nuestra fuerza está en el testimonio mismo de Jesús, un hombre de mente y corazón abierto, capaz de cambiar lo incambiable. El texto de la mujer sirofenicia cobra actualidad. (3)
“Grande es tu fé, que se haga como tu quieres”.
Mar. 7:24-30
Gracias, Esencia Divina, por tu lluvia de bendiciones, cargadas de Amor, Esperanza, Fortaleza y Coraje.
*Presbitera Católica romana.
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