Acabo de leer en Religión Digital (RD) un artículo de monseñor Santiago Agrelo Martínez O.F.M., arzobispo de Tánger, en el que, una vez más, denuncia el maltrato, la injusticia, la violencia, el estilo anticristiano, y antihumano, con los que se trata a los emigrantes que intentan llegar a las fronteras de Europa, y, en concreto, de España. En este caso, se indigna con la actuación del ministro de Interior de la católica España, y, todavía más, con la actitud inmisericorde, prepotente, zalamera con el poder, y visceralmente anti-evangélica de 13TV, conocida por el pueblo como “televisión de los obispos”, y, efectivamente, propiedad de la Conferencia Episcopal Española, (CEE), ¡que vergüenza!. Recomiendo que se lea el artículo entero en RD, pero para no obligar a buscarlo en Internet voy a citar unos párrafos del mismo, y, después, haré un pequeños comentario.
“(Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger).- Cadena 13 TV. Programa: “El Cascabel”. Día 12 de mayo. La noticia es: «El Ministerio del Interior ha decidido condecorar a los ocho guardias civiles que la semana pasada fueron absueltos definitivamente de la acusación de haber maltratado a un migrante en la valla de Melilla, según ha anunciado el titular del Departamento en funciones, Jorge Fernández Díaz. »
Me repugna que se apalee a nadie. Me asombra y me sobrecoge que un Ministro del Gobierno de España condecore a quienes golpean -con razón o sin ella- a personas indefensas. Me indigna que en la televisión de la Conferencia Episcopal Española se exalte a quienes apalean a emigrantes, y se dé a entender que los apaleados son agresores violentos, números sin derechos, como si todo lo que se les debe fuesen los golpes que se les dan. Me pregunto si es eso lo que piensan los obispos que pagan a quienes eso dicen. … A esos emigrantes, acosados por el hambre, las enfermedades, las penalidades, las fuerzas del orden y hasta por los elementos de los que dispone el buen Dios, se les priva de derechos, se les trata como desechos, y se les criminaliza para que la sociedad los considere desechables.
En 13 TV olvidan que esos hijos de nadie son los predilectos de Dios; olvidan que la Palabra de Dios se hizo carne, no para que hubiese obispos ni periodistas sobre la tierra, sino para que hubiese buenas noticias para los pobres. … Si en una televisión se exalta la violencia contra los emigrantes, se desprecia a los sin papeles como si en esa condición dejasen de tener derechos y necesidades personales, se pisotea el evangelio, yo jamás pensaría que esa televisión pueda ser de la Iglesia. ¡Si lo es, es un escándalo!”
1. Comparto por completo la indignación del arzobispo de Tánger. Conozco un amigo muy cercano que renunció a ser policía foral de Navarra, cuerpo, junto con la Erzanza y los Mozos de Escuadra, mejor pagados de España, diciendo a los jefes: “Renuncio al puesto que he conseguido porque alguna vez me mandaréis sofocar alguna revuelta o jaleo en la calle y mi conciencia no me permite pegar a personas indefensas”. Pues eso. El ministro del Interior, que es humanista y católico practicante, debería saber que la conciencia de sus subordinados es más importante en su comportamiento que las órdenes de sus superiores. Así que no hay que preguntarse sólo si la actuación de los guardias civiles de Melilla fue o no legal, sino también, si fue ética. Y habrá que recordar a los encargados de mantener el orden en la frontera que, más importante que cumplir las órdenes recibidas, es el cumplimiento de la ley. Y el desviar en caliente a un inmigrante a otro país, o, el desalojarlos de la valla con palos, como vimos todos en TV, es, según las leyes internacionales, ilegal. Y España ya ha sido seriamente censurada por este tipo de comportamientos. En un artículo de Rafael J. Álvarez y Olga R. Sanmartín, en “El Mundo” del 13/04/2015, con el título de “Legalizar las ‘expulsiones en caliente’ es ilegal”, en el subtítulo se afirma lo siguiente: “Un durísimo informe jurídico sostiene que la reforma del Gobierno vulnera la Constitución, la legislación comunitaria y toda la normativa internacional sobre los Derechos Humanos”. / “El análisis, firmado por una quincena de juristas, afirma que “no da cobertura jurídica a las entregas sumarias”, “baja el listón ético” y “nos aproxima a la barbarie”. Es decir, hay serias dudas, y la ONU ya las ha expresado, de la legalidad de la normativa española. Y, en este caso, si se exculpa a los agentes por “obediencia debida”, habrá que condenar a los que dan las órdenes. Pues aún en la duda, según un postulado del Derecho Universal “in dubio pro reo”, pues, aunque los emigrantes no lo sean “ipso facto”, serían los beneficiados del derecho derivado de la duda.
2. Todavía comparto más la indignación de Agnello contra la CEE, y también califico la situación como “UN ESCÁNDALO MONUNMENTAL”. En este blog ya pedí al presidente de la CEE, D. Ricardo Blázquez, y al vice presidente, D. Carlos Osoro, que consideraran seriamente no solo dar una voz de condena y censura al programa “El Cascabel”, sino que se atrevieran a modificar radicalmente el estilo, los contenidos, y las personas de la cadena 13TV, porque además de dejar dudas de su sostenibilidad económica para las arcas de la CEE, es una fuente de escándalo, de penosa sorpresa, hasta llegar a la indignación, para la mayoría de los católicos que conocen el tema. Ya lo afirmé en mi entrada de 01/07/2014, con el título ¡Así, no!, Don Ricardo. (Carta abierta al presidente de la CEE), que mereció serios reproches, de los que me enorgullezco, de la revista digital Info Católica. Es verdaderamente vergonzoso, escandaloso, indignante, que con el Evangelio de Jesucristo que anunciamos todos los días, y con la enseñanza y la práctica ejemplares del papa Francisco, la Conferencia Episcopal Española, CEE, tolere, tanto tiempo, y a pesar de las voces de alerta de tantos fieles (hace unas semanas, en la carta abierta del “Forum de curas de Madrid”) tamaño estropicio para la credibilidad de nuestra misión, y un escándalo anticristiano de tales dimensiones.
¡Gracias, arzobispo Santiago Agrelo, muchas gracias!
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