La Semana Santa nos enfrenta, cada año, con el ejemplo absoluto que representa la persona y la vida de Jesús de Nazaret. Nos conecta con su primera pasión, el reinado de Dios y su justicia, la causa a la que dedicó su vida entera. Fue esta primera pasión la que lo condujo inevitablemente a la segunda: la violencia injusta de Pilato, que le significó la muerte. Y así como la muerte de Jesús está en íntima relación con su vida, su anuncio y sus prácticas, la resurrección también está estrechamente conectada con su primera pasión. ··· Ver noticia
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