El día martes 22 de marzo de 2016 es un día que ha quedado marcado a fuego para la sociedad belga.
Ese día, funesto y trágico, un doble atentado explosivo, contra la terminal aérea Zaventem de la capital de este país europeo y la estación del Metro Maelbeek, cercana al Complejo Administrativo del gobierno de la Unión Europea – UE – conocido como el “Barrio Europeo”, ha enlutado a centenares de familias.
Un crimen deleznable, que merece la condena unánime, ejecutado contra ciudadanos anónimos, comunes y corrientes, que ha significado la muerte de 31 muertos y 300 heridos. Una arremetida de terror, que merece la misma repulsa que los ataques en Ankara, Saná, Bagdad o Beirut, que en este caso lleva consigo una formidable carga simbólica que más allá de lo trágico, condenable y abominable hay que profundizar. ··· Ver noticia ···
No hay comentarios:
Publicar un comentario