El jesuita español Esteban Velázquez no volverá a Nador hasta una nueva orden que, quizás, no llegue nunca. El veto de la dictadura alauí deja huérfanos a los inmigrantes que, en condiciones deplorables, se esconden en los montes cercanos a la valla de Melilla
MADRID.- “Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos”. Los nadies pueblan el mundo y tratan de moverse por él buscando algo, cualquier cosa, por muchas vallas que tengan que saltar. Los definió muy bien Galeano y siempre hay alguien ─normalmente otro nadie─ que trata de echarles un capote. ··· Ver noticia ···
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