Gracias una vez más, querido Pepe, por tu reflexión, llena de Evangelio y de sentido común, a veces “el menos común de los sentidos”, también en la Iglesia. El clero, lo sabes por experiencia, tiene miedo a la comunidad de hermanos. Los obispos con frecuencia no se fían de los sacerdotes, y éstos siguen su ejemplo no fiándose de sus fieles. Después del Vaticano II muchos obispos empezaron a solicitar a los sacerdotes lo que ahora solicita el arzobispo madrileño: nombres para vicarios y otros cargos (rectores del semanrio, delegados del clero, arciprestes…). Pronto se cansaron. Juan Pablo II, eligiendo obispos a su imagen y semejanza, contribuyó a cercenar cualquier atisbo de participación decisoria en asuntos eclesiales. ··· Ver noticia ···
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