Me dormí y soñé. Todos/as estábamos de viaje, emigrando, buscando el Cielo.
Me encontré con Jacob en Betel, muy emocionado, me volvió a contar su sueño. Génesis 28:19-19
“10 Jacob partió de Berseba y se encaminó hacia Jarán. 11 Cuando llegó a cierto lugar, se detuvo para pasar la noche, porque ya estaba anocheciendo. Tomó una piedra, la usó como almohada, y se acostó a dormir en ese lugar. 12 Allí soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, y cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios. 13 En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tus abuelos Sara-Abraham y de tus padres Raquel-Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra sobre la que estás acostado. 14 Tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. Te extenderás de norte a sur, y de oriente a occidente, y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. 15 Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No les abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido.” (1)
Cuando escuché su nueva versión, vi que si era posible unir el Cielo con la Tierra, “porque el Cielo es Dios y Dios está en la Tierra” (Sor Isabel de la Trinidad).
Sin intermediarios/as, no hay que bajarlo con palabras mágicas, la Esencia Divina está siempre presente, en el Aquí y Ahora.
Soñaba, y no importaba que la almohada fuera una piedra, símbolo de los sinsabores duros de la vida.
Mi ancestro Jacob, me ayudó a ver la dimensión divina entre el Cielo y la tierra. Soñé, la catolicidad autentica, verdadera fraternidad, en plena sororidad “de norte a sur, y oriente a occidente”.
Soñé, el fin de las guerras en el mundo. Soñé el fin de la violencia, psicológica, y física contra las mujeres, hombres, ancianos, jóvenes y niños.
Soñé, la equidad,igualdad en justicia, para las mujeres en la Iglesia, según el Evangelio.
Soñé, que los campos, volvían a reverdecer, no habían paramilitares, guerrilla, ni ejército, acosando a los campesinos, indígenas y afros. Tampoco existía la delincuencia, ni las pandillas de las comunas, ni las invisible fronteras.
Soñé, que no había TLC, ni la visa Shengen, ni la visa americana.
Soñé, que no existía la Escuela de las Américas (SOA). Soñé que Colombia no era el país que importaba el militarismo a México y a la U.E.
Soñé, la libertad de tantos presos de conciencia, activistas por la Paz y la Vida: Hna Megan Rice y sus compañeros, Kathy Kelly y otras cuyos nombres no conocemos, porque los medios de comunicación los ignora.
Soñé, que ya no había cárceles para a los emigrantes, que Guantánamo, había sido cerrada.
Soñé, que la ambición, la avaricia, por fin habían sido sometidos.
Soñé, que no había dicriminaciones por opción sexual, de clase, etnia o sexismo.
Soñé, que el racismo, la mentira y la injusticia, nunca existieron y eran leyendas de otra vida.
Soñé, que la Paz generó empleo, para todos/as. Soñé, que sin categorías el gobierno, empresarios y sindicatos acordaron por primera vez, fuera el mismo sueldo, desde el modesto jardinero, portero, arquitecto, médico, hasta el gerente o gran jefe, de Ongs, instituciones civiles y religiosas.
Soñé, que empresarios y gerentes, repartían las ganancias entre sus empleados y familiares, bendiciendo y estimulado al trabajador.
Soñé, que no habían secuestrados ni desaparecidos.
Soñé, que la Fundación Bordado a Mano,las pos-penadas regresaban a sus casas, con sus hijos. La sociedad e iglesia les acogía y daba empleo. Tenian su sede y guarderia para sus actividades e hijos, sin que se les falte al respeto o se les humille.
Soñe, que no habia indigenas o afros, en las calles o semaforos medigando una comida.
Soñe, que no habia niños abandonados en las calles…
Soñe, que habia techo, salud, educación, empleo para aquellos que nada tenían.
Soñé, una danza de paz y amor en medio de la Alegría, mientras la realidad se hacía.
Era tan lindo este sueño, que tuve que despertar, para hacerlo realidad!!!
FELICES PASCUAS!!! UNIENDO EL CIELO CON LA TIERRA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario