Francisco propone a la ONU que se garantice el trabajo decente y que se oponga a la economía de la exclusión
Una movilización ética mundial, más allá de cualquier diferencia de credo o de opiniones políticas, que desafíe todas las formas de injusticia, que incida sobre las causas estructurales de la pobreza y el hambre, que garantice un trabajo decente y útil para todos, que se oponga a la economía de la exclusión y a la cultura del descarte. Esto es, y con estas beligerantes palabras, lo que el papa Francisco le ha propuesto al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, a quien además le ha recordado que una parte importante de la humanidad continúa excluida de los beneficios del progreso y relegada, de hecho, a seres de segunda categoría. SEGUIR LEYENDO
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