El País
Solo tres días después de pedir perdón públicamente por los abusos sexuales a menores cometidos por “bastantes sacerdotes”, el papa Francisco volvió ayer a llamar la atención sobre el funcionamiento de la Iglesia. Ante un grupo de seminaristas del Pontificio Colegio Leoniano de Anagni, dirigido por la Compañía de Jesús, Jorge Mario Bergoglio advirtió: “El seminario, digamos la verdad, no es un refugio para tantas limitaciones que podamos tener, un refugio para las carencias psicológicas o para quien no tiene el coraje de salir adelante en la vida. Ustedes, queridos seminaristas, no se están preparando para hacer un oficio, para convertirse en funcionarios de una empresa o de un organismo burocrático. Si ustedes —y lo digo desde el corazón y sin ofender a nadie— no están dispuestos a seguir este camino, con esta actitud y estas experiencias, es mejor que tengan la valentía de buscar otro camino”. SEGUIR LEYENDO
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