Respetado Presidente y querido amigo:
En el blog de Mitxel Olabuenaga, he leído, precisamente hoy, el escrito de ENRIC SOPENA que has publicado en nuestro blog. A mí, en primera lectura me ha "deslumbrado" un tanto, pero luego al leer la opinión de Mitxel, me he quedado un poco "desnortado". ¿Cómo es posible, me pregunto, que nos estemos moviendo entre el blanco y el negro? ¿Por qué ya no hay grises? Cuando conoces una cuestión, o a sus protagonistas, o tus criterios te conducen por el camino que emana de tu pensamiento, la cosa funciona. Te atienes a ello.
Pero cuando el tema no te resulta del todo familiar, los personajes no los conoces, o simplemente se trata de cuestiones que te interesan pero no estás informado debidamente, la confusión se adueña de tu mente y no sabes a qué carta quedarte.
Solo como contraste de lo que ha escrito Enric Sopena, te facilito lo que publica Mitxel. Si puedes coméntame algo a ver si me aclaro.
José Luis.
NOTAS de MITXEL
1) Incombustible al desánimo, a la manipulación, al desorden ético y al sobrevivir como sea. Con harta frecuencia nos deleita don Enric con una salsa negra confeccionada a base de tópicos, principios no se sabe muy bien de qué, odios subconscientes, bichas imaginarias y un cierto arte para declarar literatura a lo que no es sino verborrea. Harto difícil debe ser cumplimentar el folio diario que dé pervivencia al digital y progresista unicolor. Fantasmagórica la cabecera. EL PLURAL.
2) La mezcolancita del día no está nada mal: semana Santa, Jesús de Nazaret, nacionalcatolicismo, laicismo, Rouco, Rajoy, caballeros legionarios, Pérez Rubalcaba, Griñán, PP… Desconozco si duerme las preceptivas horas pero con tales telas difícil lo veo sopena de vecindad psiquiátrica. Es el caso, por otra parte, de una visión tan radicalmente dualista de la realidad que, sin dificultad alguna, tiende a encontrarse en los extremos. Llama la atención su perenne dilatación literaria respecto a Rouco Varela, encarnación actualizada, por lo visto, del poder humano y divino. Si es por las veces en que aparece en este medio (siempre con menosprecio) debe ocupar la pirámide el poder en España. ¿Se lo cree alguien?
3) Seguramente desconoce don Enric el origen del término “nacionalcatolicismo”. ¡Ahí tiene un trabajito de investigación para saber bien de lo que se habla! Lo de “neo” está tan pasado de moda que no viene a decir absolutamente nada por cuanto es una redundancia cuando se aplica a la Historia (donde todo es “nuevo”). Total porque miembros de la Legión (por lo visto antes defendían a la patria y ahora sólo son una rémora diluviana), de manera libre, participan en una “procesión”. Personalmente, ni me va ni me viene; ni veo en ello signo alguno de nacionalcatolicismo; ni me causa extrañeza alguna; ni … ni … ¿Quiénes observan alguna de estas procesiones lo hacen por sentimiento religioso?… Mucho me temo que, dentro de la política de “dar leña al mono”, ha equivocado, el sr. Sopena, el objetivo.
4) Ahora me entero que el “laicismo” es lo contrario a la “alianza espada-Iglesia”. Seamos claros: “laical”, en todo caso, es lo opuesto a “confesional”. En ninguno de los dos casos se hace referencia a “alianza alguna”. Si, para mostrar cualquier inquina, se recurre a imprecisiones sólo caeremos en el más vulgar de los sectarismos (habitual en éste y otros medios que, a sí mismos, se denominan “progresistas”, de “izquierdas”, etc…). Ello no es óbice para afirmar que la Iglesia (Católica) tiene un muy amplio abanico de áreas de mejora; para afirmar que los católicos debamos comulgar con las afirmaciones de nuestros Obispos; para afirmar que la Jerarquía debiera preocuparse más en abrir ventanas que en defenestrar pensadores; y tantas otras afirmaciones.
5) Final. “Última cena”, “Huerto de los Olivos”, “Guerra Civil”, “Pacifismo de Jesús”… Comienza su escrito, don Enric, afirmando la “levitación eufórica” de la prensa neonacionalcatólica ante todo lo que refiere a continuación. Quiero suponer que se refiere a “Elevarse en el espacio personas, animales o cosas sin intervención de agentes físicos conocidos” y no a la vestimenta del “cuervo” Rockefeller. Bien mirado uno no sabe muy bien qué elegir por cuanto el personaje citado le viene como anillo al dedo al varias veces recordado. ¡Con su pan se lo coma!
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