Permíteme que me cabree aunque sea conmigo mismo. La crítica que hoy en día se hace desde algunos medios y por entendidos (¿) del tema, me quema un poco la sangre. Quien critica ha de aportar datos fundamentales, y proponer alternativas, aunque sea de modo especulativo, pues de lo contrario se hace un flaco favor al lector que se queda con la mosca detrás del pabellón auditivo.
Por supuesto el escrito que viene a continuación va dedicado única y exclusivamente al Marzo Politi, con cariño, y un poco de mala leche. Vamos allá:
A mí es que se me parte el labio de tanto reírme a cuenta de los "sabios" que todo lo explican cuando ha pasado y no hay remedio. Y hago referencia a la "visión profética" del vaticanólogo (que rima con vulcanólogo, odontólogo y más cosas que acaban en ólogo), Marco Politi y lo explica todo cuando ya ha pasado.
¡A ver, listo! ¿No era Juan XXIII un papa de un solo uso, uno de usar y tirar? Cuatro añitos, casca, nos deja el campo y el mangoneo libre y ¿por eso? gusta a los madamases. Pues ya se vio que no. ¡La que lió en el tiempo que estuvo a la cabeza de la Iglesia¡ ¡Lástima que después esa Iglesia miró para otro lado, cambió dos cositas... y quedó la obra inconclusa. Y en el Concilio estaban desde el Papa hasta el cabo furriel, pasando por 3.000 obispos, abades, superiores de órdenes monásticas, eclesiásticas y medio pensionistas. Además de una partida de palmeros de otras confesiones, cristianas o no, que también pudieron decir algo. ¿O es que en el contubernio rojo, judeo y masónico, salvo Juan XXIII, estaba copado por las "fuerzas del mal", y toda la Curia pertenecía al mismo sindicato ¡Vamos, venga ya!
Pero luego se elige a Juan Pablo I, hecho para durar, como las duracel, pero parece que estaban gastadas y solo duró un mes. ¡Consternación! ¡Incertidumbre! ¡Caras largas, como de preocupación, o así! Y como alguien tiene que pagar los vidrios rotos, se escriben libros hablando de intencionalidad, de asesinato, ajuste de cuentas del Banco Ambrosiano..., en fin ¡de todo!. ¿Y el Espíritu Santo? Verás Señor, parece que ni estaba ni se le esperaba.
Nuevo Cónclave del que sale elegido San Juan Pablo II. ¡Coño, éste sí! Polako jatorra, buena persona, lo del uniforme alemán lo vamos a pasar; buen deportista; viajando más que la gorra de una azafata; convierte a Rusia; no se deja un Rey, Presidente o mandatario sin visitar. Convierte a Fidel Castro...., ¡en fin! ¿Para qué seguir...?
Pero mira tú que cuando ya se hace mayor y por poco estrena mausoleo antes de tiempo; con la secuela del parkinson no se puede arrodillar a besar el cemento de la pista de aterrizaje, etc., los vaticanólogos no lo ven bien. Debe dimitir..., sería un ejemplo..., una buena jubilación en un monasterio mariano...; escribir sus memorias.... Pero como toda su vida fue de entrega a los demás, y además fue bastante cabezota, como buen descendiente de eslavos -Herodoto los describe de fuerte complexión, altos, cabello rubio o rojizo, piel clara-, hizo siempre lo que le vino en gana.
Juan Pablo II "lega" la sucesión del pontificado a Joseph Ratzinger, que accede al papado con el nombre de Benedicto XVI, y se puede afirmar sin temor a errar que "estaba más cantado" que la imposibilidad del Barakaldo C. de F. de ascender a Primera División.
Respeto la opinión de cualquier persona con criterio y conocimiento de materia a opinar lo que desee, y a que lo formule como quiera. Pero me tienen harto los que, cual toreros medrosos y de poca valía, citan al toro de largo, sacan el "pico" de la muleta para echárselo a las afueras, y cuando el bicho ha pasado y no puede herir, mueven la pierna y sacan la tripa para demostrar que se acercan con arrojo y valor. ¡Pues no! En los toros hay que arrimarse, y cuando se escribe del papa se deberá hacer teniendo en cuenta los hechos históricos precedentes.
Jose Luis Lejonagoitia Orueta
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