“Santiago y abre España”: Manifiesto en defensa del apóstol Santiago
Foro de Curas de Madrid- CRISLAM (intelectuales cristianos y musulmanes españoles)
Presentación
Hoy en día, cuando el diálogo interreligioso en general y el islamo-cristiano en particular es uno de los grandes desafíos del presente, cuando el encuentro de culturas está creando la fraternidad de los creyentes en torno a la paz y a la justicia, parece un contrasentido mantener en nuestros templos un signo que es un símbolo que hiere profundamente e impide la emergencia de una nueva conciencia para la humanidad de nuestros días. Nos referimos a la imagen incomprensible y aberrante del Santiago Matamoros subido a caballo, espada en mano.
Hoy en día, cuando el diálogo interreligioso en general y el islamo-cristiano en particular es uno de los grandes desafíos del presente, cuando el encuentro de culturas está creando la fraternidad de los creyentes en torno a la paz y a la justicia, parece un contrasentido mantener en nuestros templos un signo que es un símbolo que hiere profundamente e impide la emergencia de una nueva conciencia para la humanidad de nuestros días. Nos referimos a la imagen incomprensible y aberrante del Santiago Matamoros subido a caballo, espada en mano.
El problema no es de hoy, como sabemos, el propio Sancho Panza, paradigma del sentido común, preguntaba a su señor Don Quijote: Querría que vuesa merced me dijese qué es la causa por que dicen los españoles cuando quieren dar una batalla invocando aquel San Diego Matamoros: “Santiago y cierra España”. A lo que Don Quijote, con hondo conocimiento de la realidad social y espiritual de nuestro pueblo, responde: Simplicísimo eres Sancho y mira que este caballero de la cruz bermeja háselo dado Dios a España por patrón y amparo suyo, especialmente en los rigurosos trances que con los moros españoles ha tenido, y así invocan y llaman como defensor suyo en todas las batallas que acometen, y muchas veces le han visto visiblemente en ellas, derribando, atropellando, destruyendo y matando los agarenos escuadrones (El Quijote. Espasa Calpe Madrid 1981, p.374).
Durante siglos el pueblo cristiano, con la bendición de sus jerarcas y sin el menor sobresalto espiritual, ha perpetuado ese gesto de violencia y muerte esculpiendo y pintando la imagen del Santo ecuestre en imágenes, retablos y fachadas de templos en donde celebraban el culto cristiano grabando así en los ojos, en la sensibilidad y en la conciencia de millones de fieles la normalidad y hasta ejemplaridad de dicho sacrílego gesto, cloroformando nuestra conciencia cristiana durante siglos, viendo como cosa normal matar a otros seres humanos porque eran de otra religión que la nuestra.
Nos empuja a escribir el siguiente manifiesto el texto luminoso fraterno y conciliador del Vaticano II: “Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren sinceramente una mutua comprensión, defiendan y promuevan unidos la justicia, los bienes morales, la paz y libertad para todos los hombres” (Nostra Aetate, nº3). El objetivo es colaborar a la conciencia que se encuentra en trance de surgir para una nueva humanidad.
Manifiesto en defensa del apóstol Santiago
Es hora de limpiar la memoria
* Desde la sensibilidad social y espiritual de nuestro tiempo, como sacerdotes católicos e intelectuales cristianos y musulmanes españoles integrados en CRISLAM (cristianismo e islam) manifestamos vergüenza y rechazo hacia todo tipo de violencia ejercida en nombre de cualquier religión y, hoy en concreto, hacia algunas imágenes que presiden o acompañan la liturgia en muchas iglesias católicas de España. Sobre todo, la imagen de un apóstol Santiago aplastando a enemigos moros que se retuercen bajo las patas de su caballo.
* Es hora de superar contradicciones y dudas ante la pretendida justificación de que se trata de una manifestación cultural y artística que está presente desde hace siglos y, hasta ahora, no ha sido objeto de rechazo ni escándalo, al igual que sucede con otros iconos crueles o racistas que conforman nuestra historia.
* La imagen de Santiago Matamoros es incompatible con la del apóstol que inspira el Camino de Santiago y que se identifica como un pacífico peregrino portador de fe y cultura.
* Por todo ello, reprobamos la presencia de estas imágenes en el espacio donde se celebra la Eucaristía y pedimos que, donde sea posible, se retiren a algún almacén o museo donde queden como vestigios históricos o representaciones artísticas.
* Consecuentes con el espíritu y la letra del Vaticano II, especialmente en el nº 3 de “Nostra Aetata”, pedimos a la Conferencia Episcopal Española que tome cartas en este asunto de Santiago Matamoros y, para mejor hacer comprender al pueblo cristiano cuanto aquí pedimos como sacerdotes católicos y grupo de intelectuales cristianos y musulmanes españoles, escriba un pequeño texto explicando el sentido de estas reformas. Sería la mejor batalla de Santiago, Apóstol de Cristo y peregrino de la fe.
* Finalmente, conforme al mensaje religioso más genuino del cristianismo y del islam, profundamente humanista e integrador (“que todos sean uno”, Jn 17, 21; “no cabe coacción en religión”, Corán 2,256), denunciamos todo gesto de enemistad, división y violencia que se pretenda justificar en nombre de dichas confesiones religiosas.
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