Juan G. Bedoya
Los obispos ofrecen a Rajoy “humilde colaboración y apoyo espiritual”
Los obispos iniciaron ayer su asamblea de otoño ofreciendo a Mariano Rajoy “humilde colaboración y apoyo espiritual”. Lo hizo el cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), al final de un discurso dedicado muy especialmente a regodearse una vez más en los éxitos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el pasado mes de agosto.
Los obispos iniciaron ayer su asamblea de otoño ofreciendo a Mariano Rajoy “humilde colaboración y apoyo espiritual”. Lo hizo el cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), al final de un discurso dedicado muy especialmente a regodearse una vez más en los éxitos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el pasado mes de agosto.
“Con nuestra asamblea plenaria ha coincidido el comienzo de un nuevo periodo político. Desde nuestro ministerio de pastores del Pueblo de Dios, deseamos a quienes han sido elegidos para gobernar, en tiempos tan difíciles, acierto, serenidad y espíritu de servicio en su noble y decisiva tarea”, dijo el líder eclesiástico.
Una hora más tarde, la oficina de comunicación de la CEE publicó sendas cartas de felicitación al futuro presidente del Gobierno, firmadas por el cardenal Rouco y por el portavoz de organismo episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. “Le aseguramos nuestra oración para que el Señor le conceda su luz y su fuerza en el desempeño de las altas responsabilidades que le encomienda el pueblo, al servicio de la paz, la justicia, la libertad y el bien común de todos los ciudadanos”, escribe el cardenal.
La asamblea episcopal estudiará esta semana un plan pastoral juvenil, el principal motivo de preocupación de la jerarquía sobre el futuro de su confesión. Pese a que la JMJ en Madrid le ha parecido a Rouco “una estupenda manifestación de fe”, los obispos siguen aferrados a una visión muy sombría de la salud moral de España. También están preocupados por la crisis y sus causas. Según Rouco, “se trata, en el fondo, de la pérdida de valores morales, que va de la mano del relativismo y del olvido de Dios y de su santa ley, cuyas consecuencias son la corrupción política y económica, la codicia, la búsqueda del propio interés a toda costa, el menosprecio de la vida humana mediante políticas y conductas abortistas y antinatalistas, la desprotección y la disolución institucional del matrimonio y de la familia, la instrumentalización y el deterioro de la educación”.
Matrimonio y familia
El líder del catolicismo español afirma que son los jóvenes “los más afectados por ese trasfondo de relativismo moral, de escepticismo espiritual y religioso y de concepción egocéntrica e individualista del ser humano y de la vida”. Pese a asumir que son los jóvenes los protagonistas “de su propio presente y futuro”, Rouco cree que es necesario que se les ofrezcan los medios adecuados, empezando por una “educación integral, que no se reduzca a una pobre y a veces inmoral transmisión de conocimientos, sino que les capacite para el desarrollo de todas sus posibilidades humanas”.
Los obispos también estudian esta semana una “pastoral del matrimonio y de la familia” que ofrecer a los jóvenes. Afirma Rouco: “Entre los escenarios más importantes de la nueva evangelización tiene especial relevancia la realidad de una cultura matrimonial y familiar gravemente herida por el individualismo hedonista y el positivismo jurídico”. El arzobispo Renzo Fratini, el nuncio del Papa en Madrid, se refirió a este tema en su discurso de salutación a los prelados. “La pastoral juvenil impulsa la nueva evangelización, cuyo punto crucial debe dirigirse a resolver lo que el Papa ha llamado emergencia educativa”, les dijo.
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