José Manuel Vidal
Los curas dicen que el obispo está actuando “injustamente” con el teólogo y con el IDTP
Se califica la decisión de “grave error, que hiere la comunión y quiebra la confianza en el prelado”. Indignación contenida entre la amplia mayoría del clero de Bilbao por el “caso IDTP”. El obispo de la diócesis, Mario Iceta, prohibió al prestigioso teólogo gallego, Andrés Torres Queiruga impartir una conferencia en el Instituto diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao (IDTP). Y la censura episcopal está sentando a cuerno quemado en la diócesis vasca. Primero por el teólogo, con el que “el obispo está actuando de manera muy injusta”. Segundo, por el propio Instituto, cuyas decisiones se laminan. Y tercero, por las razones aducidas por el prelado para vetar al teólogo.
Se califica la decisión de “grave error, que hiere la comunión y quiebra la confianza en el prelado”. Indignación contenida entre la amplia mayoría del clero de Bilbao por el “caso IDTP”. El obispo de la diócesis, Mario Iceta, prohibió al prestigioso teólogo gallego, Andrés Torres Queiruga impartir una conferencia en el Instituto diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao (IDTP). Y la censura episcopal está sentando a cuerno quemado en la diócesis vasca. Primero por el teólogo, con el que “el obispo está actuando de manera muy injusta”. Segundo, por el propio Instituto, cuyas decisiones se laminan. Y tercero, por las razones aducidas por el prelado para vetar al teólogo.
La conferencia, que el IDTP había pedido a Queiruga, formaba parte del programa ordinario de la institución. Un programa abierto a toda la diócesis. La conferencia (formato habitual para este tipo de actos) fue propuesta el pasado mes de junio por el equipo de profesores, con el visto bueno de la Junta directiva del Instituto.
La propuesta siguió su trámitaciòn normal, pero al llegar a su mesa, el obispo se negó en redondo a dar su placet a la intervención del teólogo gallego. Ante tan rotunda negativa, los directivos del IDTP le ofrecieron otras fórmulas. Entre ellas, cambiar el formato y pasarlo de conferencia a debate entre dos teólogos. Incluso se le presentó al prelado la posibilidad de que fuese él mismo el que diese réplica a Queiruga. Pero monseñor Iceta no aceptó fórmula alguna de entendimiento.
La elección de Andrés Torres Queiruga encajaba, además, como un guante en el tema a desarrollar: “Dios bueno en un mundo injusto”. El teólogo gallego, en efecto, acaba de publicar una obra titulada “Repensar el mal. De la ponerología a la teodicea” (Trotta). Se trata, además, de uno de los máximos expertos españoles en ese ámbito y un teólogo de reconocido prestigio internacional.
Y, sin embargo, monseñor Iceta le puso el veto a Queiruga. Un veto comunicado a la Junta y a los profesores del IDTP por medio de una carta. En ella, según ha podido saber Religion Digital, no se hace mención alguna a los aspectos doctrinales de la teología de Queiruga y sólo permite una salida: un encuentro a puerta cerrada del teólogo con los profesores y los colaboradores del Instituto.
La carta cayó como un mazazo entre profesores y colaboradores del IDTP y, aunque ninguno de ellos quiere pronunciarse (quizás a la espera de que se serenen las aguas), entre el clero de la diócesis reina un profundo malestar.
Volvemos a la “clase de tropa”
Aducen los curas consultados que “los argumentos utilizados por el obispo para razonar la prohibición son inaceptables, especialmente el que se refiere a la presunta inmadurez del Pueblo de Dios para escuchar a Andrés Torres Queiruga”. A muchos, esta argumentación les suena a una vuelta a la famosa distinción del Camino, libro de cabecera del Opus Dei, entre el clero y “la clase de tropa” o el pueblo ignorante y, por lo tanto, propenso a escandalizarse.
Aducen los curas consultados que “los argumentos utilizados por el obispo para razonar la prohibición son inaceptables, especialmente el que se refiere a la presunta inmadurez del Pueblo de Dios para escuchar a Andrés Torres Queiruga”. A muchos, esta argumentación les suena a una vuelta a la famosa distinción del Camino, libro de cabecera del Opus Dei, entre el clero y “la clase de tropa” o el pueblo ignorante y, por lo tanto, propenso a escandalizarse.
Por eso, los curas de Bilbao aseguran que “el escándalo no lo da el teólogo, sino el obispo con su injusta y grave minusvaloración paternalista de los que formamos parte de la Iglesia de Bizkaia”. Reprochan, además, a monseñor Iceta que, durante todos los meses que duró la negociación, mantuviese una postura inamovible. Sin ceder en lo más mínimo.
Su decisión se enmarca, para los curas de Bilbao, “en un contexto de recelos y aislamiento de los teólogos más abiertos”. Es decir, con su decisión el obispo estaría marcando la línea a seguir por parte del IDTP, para convertirlo en una especie de ‘voz de su amo’. Y como aducen los curas críticos, “el ejercicio de la teología, incluida su divulgación, no puede resultar una cansina repetición del Catecismo. Para su vitalidad y fecundidad, la Teología necesita la libertad que nace de la confianza”.
De ahí que todos los curas consultados coincidan en catalogar de “grave error” la decisión de monseñor Iceta. Un error que, además y como consecuencia, “hiere la comunión diocesana y quiebra la confianza en el obispo”.
Por eso, piden al prelado que “asuma sus responsabilidades”. De lo contrario, “tendremos una razón más para dudar del objetivo último de su ministerio entre nosotros”, advierten los curas, profundamente dolidos e indignados por el caso
Frente al artículo de J.M. Vidal en “Religión Digital” conviene leer este otro publicado en “Germinans Germinabit”
ResponderEliminarhttp://www.germinansgerminabit.org/splendor2011/splendor2011.htm
para poder ponderar bien la situación y alcance de la controversia.
Desgraciadamente el autor de este artículo titulado “La diferente actitud de Rouco y Sistach ante Tamayo” se refugia en el anonimato ante la presión ejercida por la diócesis de Sistach. Como se sabe este arzobispo no se caracteriza por la equidistancia, de lo cual ya hemos tenido experiencia en nuestras diócesis vascas, y más que celo apostólico lo que tiene es una verdadera propensión a la molicie espiritual.