ÓSCAR CELADOR EN público.es
Profesor de Derecho Eclesiástico del Estado y de Libertades Públicas
La negativa del Gobierno a reformar la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, añadida a su falta de coraje político para regular la presencia de símbolos religiosos en los espacios tutelados por los poderes públicos, ha permitido que el recién nombrado presidente de las Cortes Valencianas pueda colocar, junto a los símbolos constitucionales, una Biblia y un crucifijo en la mesa de la cámara. La regulación vigente ni prohíbe ni permite expresamente la presencia de símbolos religiosos en las cámaras parlamentarias, pero el sentido común indica que la presencia de dichos símbolos en un contexto de esta naturaleza es una falta de respeto a los principios elementales que inspiran nuestro modelo político democrático, y especialmente a la aconfesionalidad o laicidad del Estado.LEER MÁS
No hay comentarios:
Publicar un comentario