jueves, 30 de junio de 2011
Muerte indigna
Por Javier Vizcaíno - Miércoles, 29 de Junio de 2011 A la jerarquía eclesial (no confundir con la Iglesia, que es algo mucho más amplio y rico) le encanta imaginar canteras llenas de piedras de escándalo y disponerlas a modo de barricadas. A un lado se sitúa la realidad y al otro, sus ilustrísimas vestidas para pontificar y, en la misma homilía, envenenar la convivencia. Tanto que dicen saber sobre tentaciones, una y otra vez sucumben a la de tener la última palabra sobre lo que sea e imponerla a sotanazos. No hay debate social en el que no tercien blandiendo la amenaza del infierno para quien ose contradecir su tenebroso magisterio.LEER MÁS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario