Sobre la santidad
FERNANDO TORRES
Jueves 28 de abril de 2011
Publicado en alandar nº278
Publicado en alandar nº278
Lo primero de todo es afirmar que declarar santo a una persona depende de la idea que tengamos de santidad. Mejor: depende de la idea que tengan de santidad los que declaran a alguien santo. ¿Por qué no es santo monseñor Romero? ¿Cómo es posible que su causa vaya más lenta que la de Juan Pablo II? Ahí hay algo de ideología.
Claro que, al final, la canonización no santifica ni lo que hizo el sujeto ni lo que dijo. Sólo habla de su santidad subjetiva. Y muchos santos pueden serlo a pesar de lo que hicieron o dijeron. O simplemente fueron hijos de su tiempo. Pasa que la gracia de Dios es capaz de obrar maravillas. Es lo de que Dios escribe recto en líneas torcidas. Lo malo es que muchas canonizaciones tienen un valor ejemplificante. Se canoniza a alguien porque se quiere que su vida sea modelo en un determinado momento de la vida eclesial y desde una forma concreta de pensar la Iglesia. Y ahí está la ideología y la política del asunto. ¡Nada es inocente! LEER MÁS
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