A. Iparraguirre
Diario vasco
Las fricciones entre Arregi y Munilla vienen de lejos. Desde el primer momento, el franciscano se mostró muy crítico con la designación del nuevo obispo. Además, en un artículo publicado el pasado 20 de junio en la web Atrio, Arregi aseguró que Munilla ordenó a su congregación que le «callaran» y llegó a amenazar con «desterrarle» lo demás «a América a trabajar con los pobres».
El obispo negó posteriormente estas acusaciones. El franciscano de Arantzazu señaló ayer que mantiene su actitud de «obediencia libre o de libertad desobediente dentro de la Iglesia», y subrayó que en la diócesis hay una «tensa calma».
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