ALIENTO DE VIDA
Los hebreos se hacían una idea muy bella y real del misterio de la vida. Así describe la creación del hombre un viejo relato del siglo 9 antes de Cristo: «El Señor Dios modeló al hombre del barro de la tierra. Luego, soplo en su nariz aliento de vida. Y así el hombre se convirtió en un viviente».
Es lo que dice la experiencia. El ser humano es barro. En cualquier momento se puede desmoronar. ¿Cómo caminar con pies de barro? ¿Cómo mirar la vida con ojos de barro? ¿Cómo amar con corazón de barro? Sin embargo, este barro ¡vive! En su interior hay un aliento que le hace vivir. Es el Aliento de Dios. Su Espíritu vivificador. LEER SERMÓN ENTERO
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