Es posible estar al lado y no enterarse
Jacques Gaillot, obispo de Partenia
Partenia
Una vez más, me reúno con los trabajadores sin papeles de la construcción, en el centro de París. De lejos, diviso las banderas de los sindicatos que flotan al viento y las pancartas reclamando la legalización de estos asalariados sin derechos.
En la acera, un grupo de africanos charlan entre ellos, llevan pasquines de información para entregársela a los viandantes. Disfruto estando y hablando con ellos. A pesar de su situación tan precaria, saben mostrarse acogedores et fraternos.
Mahamadou me propone ir a tomar un té antes de ir a visitar el sótano. Descubro el lugar y saludo personalmente a todos los que se encuentran allí. Unos descansan sobre colchones, otros miran la televisión o charlan entre ellos. ¡Esta noche seguro que no se van a perder el partido de fútbol!
Son 248 huelguistas. Desde octubre de 2009, viven bajo la amenaza de una evacuación de su piquete de huelga por parte de las fuerzas de policía. Por suerte, se benefician de un impresionante movimiento de solidaridad y de un amplio frente sindical y asociativo. Forman parte de los 6.000 trabajadores sin papeles de la región de París. La mayoría pagan sus impuestos y cotizan (jubilación, seguro de enfermedad, de desempleo…)
Al marchar, camino unos metros para entrar en el edificio colindante: una casa de acogida y de formación llevada por sacerdotes.
El tesorero, que es sacerdote, sustituye al portero en la portería de la entrada. Cuando me ve, sale de la portería para venir a saludarme.
« Acabo de estar con sus vecinos africanos. Están esperando su visita » le dije.Su respuesta fue inmediata: « ¡Ya pueden esperar sentados! »
Y el sacerdote entró sin más en su portería
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario