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jueves, 30 de marzo de 2023

LA RELIGIOSIDAD POPULAR DEL PUEBLO ANDALUZ

FE ADULTA

col moreno fuente

 

Dedicado a la familia de mi hija Sara,
miembros todos fervorosos Cofrades
de la Esperanza de Triana

De nuevo nos acercamos a la celebración de la Semana Santa, en la que la gran mayoría del territorio andaluz sacará sus Pasos de Semana Santa a las calles y celebrará otros actos de culto en las Iglesias, como manifestación de la religiosidad popular andaluza. Conforme al art. 10,3,3º de nuestro Estatuto, estimo que la celebración de la Semana Santa constituye uno de los más importantes patrimonios históricos y antropológicos de nuestra tierra y es exponente de la identidad cultural de Andalucía. Por ello, sigue siendo interesante analizar sus características y difundir su conocimiento en el mismo pueblo andaluz .

El interés por estudiar más a fondo esta religiosidad popular andaluza fue parejo al despertar del pueblo andaluz con motivo de la conquista de la Autonomía andaluza, mediante el art. 151, el 4 de diciembre de 1977. A partir de los años 1980 diversos autores analizaron particularmente esta religiosidad popular andaluza, en sus expresiones más características, como la participación del pueblo en las procesiones de la Semana Santa y las romerías del Rocío y Virgen de la Cabeza (ACOSTA SÁNCHEZ; BRIONES GÓMEZ, Luis y Rafael: CASTÓN BOYER; DOMÍNGUEZ MORANO; GÓMEZ GARCÍA; MORENO NAVARRO). En este artículo trato de sintetizar estos estudios, haciendo incapie no solo en sus valores humanos de pertenencia, emotivos y estéticos, sino también en su proyección de compromiso social.

Es normalmente admitido, que la religiosidad popular es la expresión de la cultura del pueblo sencillo en su relación con la trascendencia, por lo que, al existir diversos pueblos en el ámbito nacional, existirán “diversas religiosidades populares”. Según esto, en España, mejor que hablar de una religiosidad popular española, habría que referirse a la religiosidad de los pueblos con cultura propia que componen el Estado. Tendríamos así la religiosidad popular canaria, la andaluza, la castellana, la aragonesa, la catalana, la valenciana, la del país vasco y la religiosidad popular gallega. Religiosidades que moldean la religiosidad católica universal según las estructuras, valores y expresiones culturales de cada uno de esos pueblos (MORENO NAVARRO 2017: 81-82). Estas diversas modalidades de religiosidad popular no se contraponen, sino que pueden complementarse. Así ocurre por ejemplo en Barcelona capital y otros pueblos de Catalunya, como Hospitalet del Llobregat, en los que sus calles se ocupan en la mañana del Viernes Santo por la Cofradía y los pasos de Jesús del Gran Poder y la Virgen Macarena, como si de una Semana Santa andaluza se tratase. Esto es posible porque el ritual y las formas religiosas expresivas son diferentes, pero no contrarias, en la religiosidad popular catalana y andaluza (MORENO NAVARRO 2000: 250; 2017:83).

¿Cuales serían, por tanto, las características de la religiosidad popular andaluza?

Sin duda ninguna dependerán de la identidad cultural del pueblo andaluzSegún los autores (ACOSTA SÁNCHEZ, MORENO NAVARRO 1985: 170-176; 2000:240-245), cinco son los rasgos propios de la identidad cultural del pueblo andaluz, que marcarán a su vez las características de la religiosidad popular andaluza.

El pueblo andaluz, en primer lugar, tiene una cultura universalista, por haber sido puente de diversas civilizaciones y culturas asentadas en su territorio. Tiene también una cultura antropocéntrica personalista, que se centra más en la valoración "del ser", en la autoestima, por encima "del poseer". Su cultura es también la de un pueblo subdesarrollado, dependiente y subalterno del poder centralista. Pero no por ello interioriza la inferioridad o el ser menos, a pesar de su dependencia. De aquí las agitaciones campesinas, anarquistas y de lucha obrera de otros tiempos y la conquista de su autonomía por el art. 151 de la Constitución, el 4 de diciembre de 1977. Posee, finalmente, una Cultura relativista en las ideas y en los acontecimientos externos ajenos a su ser personal.

Del carácter antropocéntrico de la cultura andaluza, la religiosidad popular asume la función social de toda religiosidad, reproduciendo valores humanos auténticos, como la pertenencia a un grupo o comunidad, a una ciudad o barriada de ella. La expresión también del sentido de lo festivo, de lo artístico, de lo gratuito (ocio), sin que el sentido consumista, utilitario y mercantil (el neg-ocio) lo borre o lo haga desaparecer. Aparece también el enfrentamiento y lucha por el poder social dentro del grupo, propio del excesivo individualismo, como es patente en la vida diaria de muchas Cofradías. Debido a esta humanización cultural, en la Semana Santa y romerías, las imágenes son tratadas de modo personal, vistiéndolas, llevándolas sobre pasos o tronos, siempre a hombros (en sus diversas formas) para que cobren existencia “casi humana” y puedan andar o danzar (MORENO NAVARRO 2017:84).

Ahora bien, atendiendo a la función simbólica de proyección o identificación con las imágenes, el pueblo se identificará con Jesús martirizado y muerto en una cruz. Pero, al mismo tiempo proyectará también en esas imágenes doloridas su deseo profundo de identificarse con la nueva vida que resucita, tras el invierno, en el equinoccio primaveral. No obstante, esta identificación puede dar pie a dos diversas manifestaciones personales y colectivas.

La primera, a una identificación ritual, emotiva y sentimental con Jesús muerto y al mismo tiempo resucitado en el ciclo natural de la primavera. Muerte y resurrección ritual, emotiva, sentimental y estética, que nada cambia en el individuo y en la sociedad, siendo a la postre una identificación simbólica emotiva y frustrante, porque le falta un proyecto social (BRIONES 1983; DOMÍNGUEZ MORANO). Esta proyección social sería la segunda manifestación que haga realidad esas aspiraciones. En su búsqueda de paz, felicidad y nueva vida manifestada en el ciclo natural primaveral, la religiosidad del pueblo andaluz debería contraponer las situaciones adversas de su economía subdesarrollada, dependiente y periférica, que solo le aportan paro, subdesarrollo, enfermedades, necesidades económicas personales no satisfechas, y catástrofes como la de Boliden (MORENO NAVARRO,DELGADO CABEZAS). De darse esta segunda identificación, el sentimiento emotivo, sentimental y estético, dejaría de ser frustrante y pasaría a tener una proyección social, es decir, se manifestaría en una rebeldía del pueblo andaluz en contra de su marginación y dependencia frente al poder económico del señorito o del capitalista centralista. En este caso, la religiosidad popular andaluza se transformaría en "eje consciente de resistencia e incluso como motor revolucionario frente a la injusticia social de los poderosos", como ocurre en la religiosidad popular latinoamericana, según señala Isidoro Moreno (MORENO NAVARRO 2000: 242-243), con lo que los rituales litúrgicos, dentro de las Iglesias y fuera de ellas, se convertirían en contextos de afirmación política y liberadora.

A mi ver, Antonio Machado lo expresa bien en su Saeta:

“Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos!
Siempre con sangre en las manos.
Siempre por desenclavar”.

¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras,
anda pidiendo escaleras
para subir a la Cruz!

¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!

¡Oh, no eres tú mi cantar
No puedo cantar, ni quiero
A este Jesús del madero
Sino al que anduvo en la mar! (MACHADO 2001: 224)

Si la religiosidad popular andaluza se expresa solo en la esfera individual, privada e intimista, con predominio de lo emotivo y de lo estético, se margina la dimensión ética, de compromiso, tanto personal como colectivo, sin consecuencias socio-culturales o socio-políticas. De este modo, la religiosidad popular andaluza favorecerá la frustración y el inmovilismo social, repitiendo anualmente el círculo mágico de la propia identificación con la muerte de Jesús en la Cruz y el anhelo frustrado de liberación de ese Padre cruel, que los ritos y los rituales estéticos y festivos no remedian.

Sin embargo, siguiendo a Machado, la religiosidad popular andaluza, con sus valores positivos y negativos y su diferencia con otras religiosidades populares, puede ser sin duda impulso y espolón para avivar el sentido de clase del pueblo andaluz. No debe rememorar solo al Jesús del madero, sino también al Jesus que transformó la religiosidad judía, de ritos y sacrificios, en una religiosidad de compromiso con los pobres, enfermos y marginados. Por lo que sus rituales y manifestaciones religiosas no deberán ser solo espectáculo artístico, emotivo o también de fomento de intereses económicos de las clases dominantes, sino que junto a sus auténticos valores humanos, sean también expresión válida para una espiritualidad crítica y militante, que contenga valores evangélicos de religiosidad laica y que sirva de vehículo de liberación.

 

Antonio Moreno de la Fuente

Miembro de la Iglesia popular andaluza

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BIBLIOGRAFÍA

* ACOSTA SÁNCHEZ, José (1979). Historia y cultura del pueblo andaluz: Algunos elementos metodológicos y políticos. Barcelona: Aanagrama.

* BRIONES GÓMEZ, Luis (1975). "Ideas para una valoración teológico-pastoral de la religiosidad popular". En Proyección: Teología y mundo actual, nº 96, 1975, pp.152-158. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7326828 (Consulta 22-03-2023).

*BRIONES GÓMEZ, Rafael (1983). "La Semana santa andaluza". En Cazeta de Antropología, 1983, n 2,99. 1-7. Disponible en: https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/6734/G02_01Rafael_Briones_Gomez.pdf?sequence=11&isAllowed=y . (Consulta 22-03-2023).

*CASTON BOYER, Pedro (1985). La religión en Andalucía: Aproximación a la religiosidad popular. Sevilla: Editoriales Andaluzas Unidas.

* ID (2000). "Qués la religiosidad popular". En HURTADO SÁNCHEZ, José. pp. 123-36.

* DOMÍNGUEZ MORANO, Carlos (1982). "Aproximación pisco-analítica a la religiosidad tradicional andaluza (I): psico-historia". En Proyección: Teología y Mundo actual, 1982,nº 124,pp.50-63. Disponible en: /home/usuario/Descargas/Dialnet-AproximacionPsicoanaliticaALaReligiosidadTradicion-7323600.pdf (Consulta 23-03-2023).

* GÓMEZ GARCÍA, Pedro (1982)."Diferencia e identidad cultural andaluza". En Misión Abierta, nº extra, 1982, pp.47-59.

* HURTADO SÁNCHEZ, José (ed) (2000). Religiosidad popular sevillana. Sevilla: Universidad: Servicio de publicaciones; Ayuntamiento: Área de cultura.

* MACHADO, Antonio. Poesías completas. Ed.Manual Alvar. 33 ed. Madrid: Espasa Calpe, 2001, p. 224.

* MORENO NAVARRO, Isidoro (1985). Cofradías y hermandades andaluzas. Estructura, simbolismo e identidad. Sevilla: Editoriales Andaluzas unidas.

* ID (2000). "Identificaciones colectivas, modernidad y cultura andaluza: La Semana santa de Sevilla en la era de la Glocalización. En HURTADO ŚANCHEZ, José, pp.237-253.

* ID (2017). "La religiosidad popular entre el templo y la calle". En Actas del VI Congreso nacional de Cofradías. Medina del Campo (Valladolid). Abril 2016, pp.79-94).

* MORENO NAVARRO, Isidoro; DELGADO CABEZA, Manuel. (2013): Andalucía: Una cultura y una economía para la vida. Guillena (Sevilla): Atrapasueños.

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