Juan Masiá Clavel, teólogo
Se ha debatido en la última década sobre interpretaciones de dicha renovación (y/o reforma) conciliar. En un extremo está la interpretación del Concilio en términos de discontinuidad, como una ruptura con la tradición. Ruptura herética, según la tendencia más conservadora o ruptura necesariamente reformadora, según la tendencia más progresista; pero, al fin y al cabo, ruptura. Coincidirían conservadurismos y progresismos a ultranza en ver el Concilio como ruptura total con la tradición. En otro extremo está la interpretación del Concilio en términos de continuidad.
Esta es la línea que el Papa Benedicto expone como renovación, en vez de una reforma, y el teólogo Ratzinger no se recata en formular como restauración. (Si se permite el uso coloquial de la terminología partidista, las dos primeras posturas serían el extremo derecha y el extremo izquierda. El papa Benedicto pretendería ser un centro derecha. Y el teólogo Ratzinger un poco más a la derecha todavía. La propia perspectiva se reconocería más bien como centro izquierda… si tomamos la comparación cum mica salis, con su granito de sal).SEGUIR LEYENDO EN EL BLOG La Comunidad
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